Cómo vencer la pereza
La pereza es un estado mental que todos hemos experimentado en algún momento. Ya sea cuando estamos frente a una actividad poco motivadora o cuando nos vence el cansancio, es habitual caer en un estado de inacción que nos paraliza. A pesar de que se trata de un estado adaptativo, dejarnos llevar por la pereza disminuye nuestro rendimiento y eficacia ante los retos de la vida diaria.
Si bien es cierto que algunas personas son más perezosas que otras, no es ningún secreto que incluso las personas generalmente productivas pueden tener un bajón en su motivación y productividad. Descubre en este artículo de Psicología-Online cómo vencer la pereza para que te vuelvas a reencontrar con tu fortaleza e inspiración.
- Establece metas y objetivos realistas
- No esperes la perfección
- Rodéate de personas enérgicas
- Organízate y mantén el orden
- Más acción y menos palabras
- Planifica las tareas pendientes
- Usa un diálogo interno positivo
- Evita las distracciones
- Haz de lo aburrido algo divertido
- Considera las consecuencias de la pereza y de la acción
- Ejercitante y come saludable
- Reconoce tus horas más productivas
Establece metas y objetivos realistas
La primera recomendación para vencer la pereza es establecer objetivos realistas y manejables. De hecho, es contraproducente asumir demasiadas tareas al mismo tiempo, ya que podrán hacerte caer en el agotamiento físico y mental.
Por lo tanto, debes evitar la sobrecarga laboral, emocional o personal, puesto que esto deriva en fatiga, falta de interés e incluso en ganas de querer huir de tus deberes al sentirte abrumado/a por el camino que estás llevando.
No esperes la perfección
Cada día las personas buscan ser más perfectas en todo lo que hacen y eso conlleva un efecto psicológico de frustración permanente. No se trata de entregarse a la mediocridad, sino de poner en una balanza la tranquilidad mental por encima de la perfección, que probablemente nunca llegará.
Por esta misma búsqueda constante del perfeccionismo, es habitual ver una gran competitividad en diversas áreas de la vida diaria, lo que puede causar severos trastornos ansiosos. Cuando esto sucede, las personas entran en un estado de “afrontamiento evitativo” como una vía para lidiar con aquellos factores que le generan estrés.
Rodéate de personas enérgicas
"Dime con quién andas y te diré quién eres" Este viejo refrán popular tiene mucho que ver con esta siguiente estrategia para combatir la pereza, ya que si estás constantemente rodeado/a de personas perezosas, lo más probable es que terminen contagiándote su actitud de dejadez y holgazanería.
Analiza si la causa de tu pereza es interna o si está vinculada a alguna influencia proveniente de tu familia, amigos o incluso de tu pareja. Si es así, establece metas claras para cumplir tus objetivos sin depender de nadie más.
Organízate y mantén el orden
Otra de las estrategias más efectivas para vencer la pereza es la organización personal y del entorno. En muchas ocasiones, cuando estamos rodeados/as de desorden la mente se activa en un estado de inacción como respuesta ante el caos. Por este motivo, trata de organizar tu espacio de trabajo, tu casa y tu agenda.
El orden y la limpieza crean un patrón definido que te permite mantener la calma ante las distintas situaciones que se te presenten, ya que sabes que tienes el control. Cuando tienes todo en orden y planificado, tu mente estará más centrada en lo que debes hacer.
Más acción y menos palabras
¿Quieres otro consejo para vencer la pereza? Cuando le das vueltas y vueltas a un mismo asunto que debes enfrentar, terminas por posponerlo al pensar que es demasiado complicado. La solución ante esto es actuar sin detenerse a pensar tanto en ello, y menos aún si se trata de alguna actividad que nos sea de tu agrado.
Puedes empezar por las tareas más simples y poco a poco vas completando una tras otra. Cuando menos lo pienses, ya tendrás todo listo y completo.
Planifica las tareas pendientes
Las listas de pendientes siempre son eficaces como un mapa de tareas. Se trata de una estrategia simple, pero efectiva, porque permite visualizar de una manera organizada lo que merece tu atención inmediata y lo que puede esperar un poco.
Tómate un tiempo y escribe en un cuaderno, pizarra, aplicación digital o en donde sea más cómodo para ti, las actividades pendientes y ve avanzando a tu propio ritmo.
Usa un diálogo interno positivo
El diálogo interno tiene el poder de construir y de destruir. Por lo tanto, utilízalo a tu favor para encaminar tus energías hacia la culminación de tus metas. Elimina pensamientos limitantes como “soy muy perezoso/a”, “mejor lo dejo para después” o “no hay manera de que termine esto” y sustitúyelos por oraciones más positivas como “daré todo mi esfuerzo para que eso suceda”.
Evita las distracciones
Siendo honestos, en algún momento todos caemos ante las distracciones y en lo que más nos gusta hacer, como navegar en las redes sociales, jugar con las mascotas o chatear con amigos/as. Sea cual sea la distracción que te limita, bloquéala y réstale importancia.
Siempre existe la manera de aumentar la productividad. Por ejemplo, busca un lugar para trabajar más tranquilo/a, apaga el móvil y concéntrate en lo que estás haciendo, así terminarás más rápido con tus responsabilidades.
Haz de lo aburrido algo divertido
Las actividades pendientes no tienen por qué ser tediosas. Intenta darle a las tareas un toque divertido para alejarte de la pereza. Por ejemplo, si te toca hacer limpieza, enciende el reproductor y ponte tu música favorita. Unos simples cambios en la rutina pueden significar una gran diferencia y activar tu motivación para terminar lo que necesites hacer.
Considera las consecuencias de la pereza y de la acción
Cuando quieras combatir la pereza piensa en las posibles recompensa de tus acciones y en lo que te perderás por dejar que ese estado te domine. Puedes combatir la pereza proyectando en tu mente lo que lograrás al terminar con la actividad. Este tipo de proyecciones aumentan la motivación y te aportan una visión más clara de lo que puedes lograr.
Ejercitante y come saludable
Comer sano y moverse constantemente, no solo vence la pereza, sino que también fortalece tu sistema inmunológico y potencia tu salud. Al practicar una rutina de ejercicios y una dieta saludable, tu cuerpo sentirá más energía y se activará con facilidad ante las actividades que deba enfrentar.
También, te recomendamos practicar técnicas de atención plena como el mindfulness, la meditación o el yoga.
Reconoce tus horas más productivas
Cada organismo es distinto, por esto mismo hay quienes son más productivos a primeras horas de la mañana y otros rinden más por la tarde o incluso en la noche. Aprende a reconocer las horas del día en las que tu mente y cuerpo estén más activos y concentrados en las tareas.
Del mismo modo, otra estrategia para cambatir la pereza es hacer las tareas más difíciles y complejas primero para que te libres rápido de ellas y no pierdas tiempo preocupándote porque debes hacerlas después.
Cuando hayas terminado lo que tenías que hacer, date una recompensa como un momento de descanso, una buena taza de café o lo que más te guste. Por otra parte, no olvides que eres un ser humano y pide ayuda si lo necesitas o si sientes que te abrumas ante una situación en particular.
Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.
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- Lafargue, P. (1977). El derecho a la pereza (Vol. 116). Editorial Fundamentos.
- Lavín, M. (2006). Pereza/diligencia. La franja de sombra. Debate Feminista, 33.