Las 4 fases de una relación tóxica

La primera fase de una relación tóxica a menudo puede resultar un período de ensueño donde todo parece estar en armonía. En esta etapa, la pareja se sumerge en una burbuja de entusiasmo e ilusión. Cada momento juntos es como un cuento de hadas y la persona con la que estás se percibe como el "amor de tu vida". Además, existe una atracción intensa y es posible pensar que finalmente has encontrado a la persona perfecta.

Durante esta fase, las diferencias y los problemas suelen ser minimizados o pasados por alto. De igual modo, es raro que haya cos conflictos y la relación parece estar exenta de tensiones. Sin embargo, esta idealización puede ser un espejismo, ya que la pareja puede estar dando su mejor versión y escondiendo sus verdaderos defectos.

La fase de idealización puede ser tan adictiva como peligrosa, ya que es probable que las personas quieran aferrarse a esta sensación de perfección y felicidad. No obstante, es importante comprender que esta etapa no es sostenible a largo plazo y que tarde o temprano.

La fase de la desilusión marca el comienzo de la realidad en una relación tóxica. Después del período de idealización, empiezan a verse las diferencias y los problemas. Las discusiones y los conflictos se vuelven más frecuentes a medida que las expectativas iniciales se ven socavadas por la realidad.

Durante esta fase, las personas pueden sentirse confundidas y decepcionadas, pues aquello que parecía perfecto en un inicio comienza a desmoronarse. Es posible que las expectativas poco realistas den paso a la frustración y la tristeza. En estos casos, suele iniciarse una lucha interna entre el deseo de mantener viva la idealización inicial y la necesidad de abordar los problemas que han surgido.

La fase de la desilusión es un momento crítico en una relación tóxica porque marca el punto de inflexión entre la idealización inicial y la posible escalada de conflictos y tensiones. Las personas pueden sentir una profunda tristeza al ver cómo la relación se aleja de la perfección que una vez imaginaron. En el siguiente artículo te explicamos Cómo gestionar la tristeza.

La fase de estallido es el punto crítico en una relación tóxica. En esta etapa existe una gran tensión, pues las dinámicas de poder y control comienzan a ser cada vez más frecuentes. Pueden surgir formas de manipulación emocional, control excesivo y, en algunos casos, abuso verbal o físico.

Las personas involucradas pueden sentirse atrapadas en esta fase debido a la manipulación y al miedo a las posibles consecuencias de salir de la relación. Asimismo, la comunicación se vuelve cada vez más tensa y las discusiones pueden terminar en peleas explosivas con gritos, lágrimas y dolor. Uno o ambos miembros de la pareja pueden sentirse impotentes, ansiosos o incluso tener miedo tanto de la pérdida de la otra persona como de no saber salir de la situación.

En la fase del estallido, las personas pueden sentir que sus voces y sus necesidades no son escuchadas o respetadas e incluso pueden sentirse controladas. Con frecuencia, la relación se siente más como una lucha constante que como una fuente de apoyo emocional.

Después de un tiempo de discusiones intensas y problemas evidentes que nunca llegan a solucionarse, la pareja puede intentar reconciliarse y volver a encontrar la paz en la relación. En esta etapa, aparecen las disculpas, muestras de afecto y la promesa de cambiar o mejorar en la relación.

La reconciliación puede servir como alivio temporal y hacernos sentir que los problemas han quedado atrás. Las personas involucradas pueden recordar los momentos felices y las razones por las que se enamoraron en un principio, lo que puede llevar a la esperanza de que la relación pueda recuperarse.

Sin embargo, es importante comprender que, en una relación tóxica, este período de reconciliación suele ser efímero. En la mayoría de los casos, los problemas reales no se abordan adecuadamente, lo que lleva a un ciclo repetitivo en el que se alternan las fases de estallido y reconciliación.

En las etapas iniciales de una relación experimentamos un aumento de la dopamina, un neurotransmisor relacionado con la recompensa y el placer, lo que genera una sensación de euforia y felicidad. Cuando la relación se vuelve tóxica, surge un deseo de recuperar esa sensación inicial de bienestar, lo que puede convertirse en una adicción emocional. Comprender esta dinámica es fundamental para encontrar una salida de esta situación.

A continuación, te ofrecemos consejos esenciales para conseguir liberarnos de una relación tóxica:

• Reconoce el problema: el primer paso es reconocer que te encuentras en una relación tóxica y que no es saludable para ti. Aceptar que la relación resulta dañina para ambas personas es fundamental para iniciar el proceso de cambio.
• Apóyate en las personas que te quieren: hablar con amigos, familiares o un terapeuta que pueda ofrecerte apoyo emocional y orientación es fundamental para sanar las heridas y evolucionar hacia el crecimiento personal y el aprendizaje. Compartir tus experiencias puede aliviar la carga emocional, proporcionarte apoyo y darte una perspectiva objetiva.
• Establece límites: comunica cómo te sientes y establece límites en la relación que te permitan considerar la posibilidad de dejarla, especialmente si crees que no es viable una mejora de la situación. No te sientas presionado/a por intentar cambiar a alguien que no muestra disposición para cambiar. La prioridad es tu bienestar emocional y personal. Aquí te explicamos Cómo poner límites en las relaciones.
• Considera la terapia: la terapia individual o de pareja puede ser una herramienta valiosa para abordar los problemas no resueltos y trabajar en la relación si ambos estáis dispuestos. Un terapeuta promoverá que se construyan estrategias de comunicación para que la relación pueda ser sana o facilitará la transición hacia la separación para ambos.
• Prepárate para salir de la relación: si la relación está tan dañada que no puede haber solución es importante prepararte para dejarla. Aunque esto puede ser muy doloroso, a veces es la única manera de recuperar tu bienestar emocional. Dejar la relación te permitirá crecer y conocer a otras personas en el futuro que puedan aportarte lo que necesitas en una pareja.
• Cuida de ti: durante y después de una relación tóxica, es fundamental cuidar de ti mismo/a. Para ello, practica el autocuidado, busca actividades que te proporcionen felicidad y establece relaciones saludables. Tras una relación tóxica es fundamental trabajar en tu autoestima y bienestar emocional para recuperarte y poder dejar atrás el pasado.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

Si deseas leer más artículos parecidos a Las 4 fases de una relación tóxica, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Violencia en la pareja.