Qué es el estrés emocional, síntomas y cómo combatirlo


Aunque a menudo asociamos el estrés con el entorno laboral, lo cierto es que la presión de hacer mucho en poco tiempo, las demandas del día a día y las responsabilidades familiares pueden tener un notable impacto en nuestro bienestar emocional y nuestra salud psicológica y física. Este tipo de estrés, conocido como estrés emocional, es una respuesta habitual ante situaciones que percibimos como exigentes, amenazantes o abrumadoras.
Quien más, quien menos ha experimentado o experimentará estrés en algún momento de su vida. Por ese motivo, en Psicología-Online te contamos qué es el estrés emocional, cuáles son sus síntomas y cómo combatirlo para mantener una vida equilibrada y saludable.
Qué es el estrés emocional
El estrés emocional es aquella respuesta psicológica que surge cuando una persona enfrenta situaciones que percibe como peligrosas, desafiantes o fuera de su control. A diferencia del estrés físico, que se debe a factores como el ejercicio intenso o la falta de sueño, el estrés emocional es el resultado de la forma en que interpretamos y respondemos a los eventos de la vida.
Cuando experimentamos estrés emocional, nuestro cuerpo activa el sistema nervioso autónomo, que prepara al organismo para enfrentar la amenaza a través de una «respuesta de lucha o huida». Este reflejo puede ser útil en situaciones a corto plazo, sin embargo, si se mantiene a lo largo del tiempo puede tener efectos negativos en la salud.
Síntomas de estrés emocional
El estrés emocional puede manifestarse tanto a nivel físico como psicológico. De hecho, a menudo el cuerpo nos avisa de que algo no va bien a través de la somatización, es decir, la aparición de síntomas físicos sin causa externa aparente. A continuación, te mostramos los principales síntomas físicos y psicológicos del estrés emocional.
Síntomas físicos de estrés emocional
Los síntomas físicos del estrés emocional pueden incluir:
- Fatiga: el cuerpo de una persona que experimenta estrés emocional suele estar en constante estado de alerta, lo que agota las reservas de energía. Por ello, la sensación de cansancio extremo es un síntoma físico habitual.
- Dolores musculares: otro síntoma del estrés emocional es el dolor y la rigidez muscular, especialmente en el cuello, los hombros y la espalda.
- Trastornos del sueño: las personas que sufren estrés a menudo tienen dificultades para dormir, ya sea por insomnio o interrupciones frecuentes durante la noche.
- Problemas digestivos: el estrés también puede causar indigestión, náuseas e incluso cambios en el apetito.
- Dolores de cabeza: las cefaleas tensionales son frecuentes en situaciones de estrés emocional, debido a la tensión muscular en la cabeza y el cuello.
Síntomas psicológicos de estrés emocional
Por otro lado, los principales síntomas psicológicos del estrés emocional son:
- Irritabilidad: cuando el estrés está presente en el día a día, la capacidad para manejar esta tensión disminuye. Esto a menudo deriva en reacciones desproporcionadas y en una mayor irritabilidad.
- Dificultad para concentrarse: el estrés emocional también puede afectar a la concentración y disminuir el rendimiento en el trabajo o los estudios.
- Sentimientos de desesperanza: las personas bajo estrés emocional a menudo sienten que no pueden controlar la situación y que no hay solución a sus problemas.
- Ansiedad: otro signo de estrés emocional es la sensación constante de nerviosismo o preocupación.
- Depresión: en algunos casos, el estrés puede derivar en sentimientos de tristeza, desesperanza y desinterés por las actividades que antes generaban placer.
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Causas del estrés emocional
Entendemos por «factores estresantes» a aquellas situaciones o circunstancias que provocan estrés. A diferencia de lo que creemos, estos factores no siempre son negativos, sino que, sencillamente, requieren de nosotros un alto nivel de implicación o atención, como casarnos o hacer una mudanza.
Algunas de las causas del estrés emocional más habituales son:
- Presión laboral: las demandas excesivas en el trabajo, la falta de reconocimiento o el temor a perder el empleo pueden generar altos niveles de estrés emocional.
- Dificultades económicas: las dificultades económicas, como deudas o inseguridad financiera, son una fuente significativa de estrés emocional.
- Relaciones interpersonales: las tensiones en las relaciones personales, ya sea con familiares, amigos o pareja, pueden contribuir al estrés emocional.
- Situaciones y acontecimientos inesperados o exigentes: la pérdida de un ser querido, un divorcio o un cambio de residencia son eventos que pueden desencadenar estrés emocional.
- Autopercepción: una excesiva autocrítica, la presión por cumplir con expectativas sociales o personales y la autoexigencia también puede ser una importante fuente de estrés.
Cómo combatir el estrés emocional
Combatir el estrés emocional requiere un enfoque multifacético que incluya cambios en el estilo de vida, técnicas de relajación y, en algunos casos, la búsqueda de ayuda profesional. No obstante, aquí tienes algunos consejos para aprender a gestionar el estrés emocional.
1. Busca la causa del estrés emocional
En primer lugar, pregúntate cuáles son las razones que pudieron detonar el estrés. Ten en cuenta que, a menudo, el estrés emocional es el resultado de un cúmulo de circunstancias que nos sobrepasan, pero ¿cuál es la situación que mantiene el estrés?
Descubrir cuáles han sido los eventos que, poco a poco, han superado tus recursos psicológicos te permitirá empezar a hacer cambios.
2. Pon límites saludables
Una causa asociada a unos altos niveles de estrés es no poner límites. Tal vez debas aprender a decir «no» en tus relaciones personales o a no sobrecargarte de tareas que la sociedad recompensa con halagos.
Recuerda que uno de los precios del exceso de productividad es olvidar que debes cuidarte y disfrutar. En este artículo te contamos Cómo poner límites en las relaciones.
3. Establece una rutina realista
Otra técnica que puedes aplicar para combatir el estrés emocional es revisar tu rutina y hacer los cambios necesarios para darte tu lugar. Una rutina en la que te limitas a cuidar de otras personas las 12 horas del día no es equilibrada ni saludable.
Por lo tanto, analiza tu día a día, establece prioridades y, sobre todo, dedica unos minutos para mimarte y hacer cosas que disfrutes.
4. Haz actividades que te gusten
En muchos casos, un estado de ánimo bajo se debe a renunciar u olvidar aquello que nos hacía sentir plenos y felices. Por tanto, introduce en tu rutina alguna afición que tengas o, incluso, algo que te gustaría empezar a hacer. Tal vez al principio se te haga cuesta arriba, pero, con el tiempo, lo agradecerás.
Asimismo, incorpora la actividad física a tu día a día. No solo mejorará tu salud general, sino que podrás combatir el estrés gracias a la liberación de endorfinas en el cerebro.
5. Consulta con un profesional
Si el estrés emocional es severo o persiste después de tus esfuerzos, tal vez sea momento de buscar el asesoramiento de un psicólogo o psiquiatra.
Un profesional de la salud mental te proporcionará herramientas para manejar el estrés y te ayudará a modificar aquellas creencias o expectativas sobre ti mismo que pueden estar perjudicándote a nivel inconsciente.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.
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- American Psychological Association. (2020). Stress in America: Stress and Current Events.
- Mayo Clinic. (2022). Stress management.
- National Institute of Mental Health. (2021). 5 Things You Should Know About Stress.
- Selye, H. (1956). The Stress of Life. McGraw-Hill.