Qué es el phubbing y cómo afecta a nuestras relaciones

El término phubbing hace referencia al acto de interrumpir o ignorar una conversación en persona para atender el teléfono móvil. La evidencia científica ha demostrado que el phubbing es un comportamiento bastante común y normalizado en la actualidad. Dimmick, Feaster y Hoplamazian^[1] señalan en un estudio que los móviles están alterando nuestras rutinas diarias y ocupando nuestro tiempo libre, debido a su capacidad de satisfacer una gran variedad de necesidades y servir para múltiples propósitos.

Así pues, las características del móvil propician el phubbing. Te las mostramos a continuación para que sepas identificarlas:

• Tiene diversas funcionalidades: calculadora, alarma, redes sociales, etc.
• Constituye una forma de entretenimiento durante los tiempos de ocio o de espera.
• Puede dar la sensación de sentirse valorado/a cuando se interactúa con otras personas mediante chats o redes sociales.

Aunque no hay duda de que la tecnología se puede utilizar de muchas formas beneficiosas, como para comunicarse con personas que viven lejos, también es probable que resulte perjudicial si no se usa correctamente. Particularmente, muchas personas mantiene los móviles cerca en todo momento, incluso al lado de su cama mientras duermen, lo que fomenta la sensación de estar permanentemente conectado, la sobrecarga de información, la incomodidad al tener que desconectar y/o apagar el móvil y la sensación de pérdida de control.

Si quieres entender mejor estos efectos y sus consecuencias, no te pierdas este artículo sobre la adicción a la tecnología: qué es, causas, síntomas, consecuencias y tratamiento.

Los móviles son tan populares y tienen características tan atractivas que algunas personas y familias los están comenzando a utilizar de manera problemática y eso afecta a sus relaciones personales.

El mal uso de la tecnología se traduce en momentos en los que los dispositivos tecnológicos se entrometen en la comunicación y las interacciones familiares, amistades y pareja, llegando a causar malentendidos y conflictos. Lo más probable es que estos conflictos relacionales surjan porque el tiempo dedicado al móvil desplaza el tiempo que podría dedicarse a la relación.

Un ejemplo de phubbing podría ser el hecho de estar pendiente de las notificaciones cuando un amigo te está contando un dilema. Como podemos ver, este fenómeno se ha convertido en algo más que un desaire o una falta de buenos modales.

La casi omnipresencia de los móviles puede provocar tensión en las relaciones de pareja. Una queja común es cuando uno de los miembros se siente ignorado porque su cónyuge no puede separarse de su móvil. Las interrupciones frecuentes al estar pendiente de la pantalla hacen que la pareja se sienta desconectada y menos presente, lo que reduce la calidad de la relación.

En un estudio realizado en la Universidad de Baylor, James Roberts y Meredith David^[2]encontraron que los altos niveles de phubbing se asocian con relaciones menos satisfactorias y más conflictos en la pareja. Este efecto es aún mayor para aquellos miembros de la pareja con ansiedad por abandono.

Como ves, el phubbing es especialmente problemático para aquellas personas que se sienten inseguras en sus relaciones. ¿Por qué las personas recurren a los móviles en lugar de a sus parejas? Las posibles razones pueden ser que encuentran que el móvil es más entretenido o relajante, se aburren o les molesta su pareja. Más aún, si estás en una relación que no satisface tus necesidades emocionales, es más probable que recurras al phubbing.

A continuación, te explicaremos algunas estrategias para evitar el phubbing. ¡No te las pierdas!

• Ser más consciente: a veces, miras el móvil casi de manera automática sin percatarte. La clave para evitar el phubbing es mantenerte enfocado el mayor tiempo posible en la interacción con la otra persona y disculparte si necesitas revisar el teléfono. Si estás en medio de una conversación, intenta que el tiempo juntos cuente. No solo importa la cantidad, sino la calidad, es decir, que sean interacciones valiosas y útiles.
• Estar presente en el aquí y el ahora: es importante estar plenamente presente en el momento y evitar distraerse de la conversación. La falta de presencia y compromiso en el encuentro le resta importancia y debilita las interacciones. Cuando estés conversando, deja el teléfono o guárdalo en el bolsillo. Esto te ayudará a mantenerte comprometido, consciente y concentrado en el momento.
• Sé abierto y transparente: para iniciar y mantener una buena conexión con otra persona, es importante escuchar y hablar con énfasis. Ser abierto, honesto y transparente te ayudará a crear conexiones de mayor calidad con otras personas. Si estás tratando de enmascarar tus sentimientos, es probable que generes confusión en la otra persona y te perciba como una persona lejana.
• Practica la escucha activa: permite asimilar lo que te transmite la persona con la que estás hablando, ponerlo en tus propias palabras y proporcionarle feedback. Además, la escucha activa da lugar a posibles aclaraciones y matices que enriquecen la conversación.

Qué hacer cuando alguien te hace phubbing

Si eres tú al que le hacen phubbing, debes saber que existen varias formas de abordar la situación. Te las mostramos a continuación:

• No ignores el phubbing cuando suceda: tan pronto como alguien te haga phubbing, ponlo sobre la mesa y hazlo obvio, siempre de una manera compasiva y sin exabruptos. Esto le permitirá a la persona saber que la conversación que estabas teniendo no avanza, que no vas a ignorar su distracción, pero también es importante que estés dispuesto a ser flexible.
• Retoma la conversación cuando no haya distractores: es importante trasladar el mensaje de que tu tiempo y tu atención son importantes. Si tu interlocutor está distraído con su móvil, puedes ofrecerle retomar la conversación en otro momento. Es una manera suave pero eficaz de resolver la situación, ya que genera conciencia en el phubber de que su comportamiento repercute en los demás.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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