Qué hacer cuando tus compañeros de trabajo no te quieren

Con el término mobbing se suele señalar el acoso, la agresión y el daño a uno o más trabajadores. Generalmente, la causa desencadenante del mobbing horizontal -forma que implica a personas que se encuentran en el mismo nivel jerárquico- no son tanto las incompatibilidades dentro del ambiente de trabajo, más que una reacción de una mayoría del grupo al estrés del medio ambiente y de las actividades laborales: la víctima se utiliza, pues, como "chivo expiatorio", sobre el que recae la culpa de la desorganización, de las ineficiencias y de los fracasos.

La base del mobbing horizontal no es el poder formal, sino el informal, que incluye una serie de factores relacionados con la sensibilidad y la percepción individual. Se basa en envidias, chismes y celos, traduciéndose concretamente en competencia, formas de racismo, campanilismo, donde la marginación y la estigmatización de la víctima se basa a veces en aspectos como, por ejemplo, la ciudad de procedencia o el acento. Además, la simpatía del jefe o el reconocimiento de un compañero pueden activar mecanismos de envidia en el trabajo, tal vez, que pueden conducir a conductas que eliminan a su oponente.

Por tanto, las dos motivos principales por los que hay personas que tratan mal a sus compañeros de trabajo son la incapacidad de gestionar el estrés a través de estrategias adaptativas y los problemas de autoestima que llevan a sentir envidia.

¿Cómo lidiar con compañeros de trabajo hipócritas y gente envidiosa en el trabajo? Se han esbozado 14 perfiles de personas que practican la violencia psicológica en el lugar de trabajo:

1. El arribista, el que busca de todas las maneras de hacer carrera sin tener ningún escrúpulo de cosechar víctimas a lo largo del camino.
2. El casual, ganador de un conflicto nacido por casualidad que elige destruir a su oponente por completo.
3. El colérico, que por su carácter no puede controlarse y contener la ira y resuelve sus problemas yendo tras los demás.
4. El conformista, espectador directo del acoso moral, que, aunque no es directamente responsable, no hace nada para bloquearlo.
5. El crítico, que critica sin proponer nunca soluciones.
6. El frustrado, que tiende a descargar sobre los demás sus propios problemas privados.
7. El adulador, que desprecia a sus subordinados y actúa como esclavo del jefe.
8. El pusilánime, que teme las consecuencias de sus acciones, por lo que no actúa directamente, pero generalmente prefiere ayudar al mobber o acosador.
9. El sádico, que disfruta haciendo daño a una persona hasta destruirla.
10. El aterrorizado, que, temiendo las capacidades de su colega, quiere quitarle las funciones o sustituirlo para demostrarse mejor.
11. El tirano, que esclaviza a otros con métodos crueles.
12. El envidioso, que tiende a eliminar a los más capaces de él. La envidia en el trabajo nace de la comparación y del miedo característicos de una autoestima negativa o inestable.
13. El instigador, que siempre está buscando nuevas maldades.

Todos nos encontramos en algún momento con colegas difíciles con los que tenemos que trabajar, nos guste o no, y según la estadounidense Jody J. Foster, profesora de psiquiatría en la Universidad de Pennsylvania, clasificar a las personas tiene una ventaja, precisamente porque las personas con rasgos de carácter similares tienden a actuar de maneras similares. "Si puedes entenderlo, si puedes - no digo – diagnosticar, pero captar las características comunes, vives mejor".

¿Qué hacer cuando tus compañeros de trabajo no te quieren, te ignoran o te rechazan? Todo el mundo puede haber tenido, durante su vida laboral, conflictos o problemas, una situación en la que no veíamos salida: un jefe que dispensa reproches sin escuchar razones, sufrir alguna broma de los colegas o ser ignorados por ellos casi como si no estuviéramos allí. No ser visto o ignorado es una experiencia extremadamente angustiosa tanto para los niños como para los adultos, ya que es precisamente reflejo en los ojos de otro que el individuo puede conocer a sí mismo y su identidad. A veces es peor ser ignorado que gritado y castigado.

Además del dolor emocional del rechazo, ser alejado, ignorado, desahogado nos hace sentir mal, por ejemplo, influyendo negativamente en el estado de ánimo y la autoestima, o haciéndonos sentir enojados y "desconectados" en nuestro sentido de pertenencia. Después de un rechazo, podemos volvernos muy críticos con nosotros mismos o nosotras mismas, y ese es sin duda el peor daño que podemos hacernos, porque nos daña psicológica y emocionalmente.

Sentirse rechazado o ser rechazado son experiencias dolorosas bastante comunes, pero afortunadamente hay estrategias para no caer y recuperar rápidamente el control emocional, a continuación veremos cómo actuar cuando te hacen el vacío en el trabajo:

• Evita criticarte cuando ya estás emocionalmente enfermo. Evitemos hacer la lista de nuestros errores y de nuestras faltas: más bien, evaluemos los hechos, lo que ha sucedido y lo que podremos hacer en el futuro de diferente, de mejor.
• Recuerda que tienes buenos recursos y cualidades que puedes expresar al máximo. Debemos recordarnos a nosotros/as mismos/as lo que tenemos que ofrecer, nuestro valor personal; tenemos que apoyarnos a nosotros mismos mediante el uso y la afirmación de partes de nosotros valiosas. Podemos partir, por ejemplo, de una lista de las 5 mejores cualidades que tenemos desde el punto de vista de las relaciones o de las capacidades profesionales: se trata de un primer auxilio emocional que nos hace recuperar la confianza en nosotros mismos y reducir el nivel de dolor moral. En este artículo encontrarás información sobre cómo trabajar la autoestima.
• Presta atención a aquellos que te aman y dales tus sentimientos sinceros. Como animales sociales, necesitamos pertenecer a un grupo de personas que nos aprecia y reconoce, pero si los colegas nos desprecian y, por ejemplo, no comen con nosotros, siempre podemos hacerlo con un amigo o con otros compañeros: para alguien que nos rechaza, siempre hay alguien que nos aprecia y nos ama, haciéndonos sentir arraigados.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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