Qué son las conductas autolíticas y cómo prevenirlas

Las conductas autolíticas son aquellas que una persona realiza con la intención de ocasionarse un daño físico a sí misma. Este tipo de manifestaciones pueden acarrear riesgos importantes para su salud, ya que existe la posibilidad de que la persona pueda incluso poner en riesgo su vida. No obstante, es necesario realizar una distinción entre los diversos tipos de conductas autolíticas con el fin de distinguir las que producen lesiones que afectan al organismo de las que pueden derivar en consecuencias muy desfavorables.

Según el DSM-V^[1], esta clase de comportamientos pueden ser catalogados dentro del trastorno de comportamiento suicida debido a sus características. Sin embargo, para poder determinar un diagnóstico adecuado de esta patología deberán cumplirse una serie de criterios específicos:

• Intentos de suicidio durante los últimos 24 meses.
• El acto no está vinculado al alivio de un malestar a través de una autolesión.
• No existe la presencia de un estado de delirio o confusión.
• La alteración del comportamiento no está relacionada con la ingesta de medicamentos y/o sustancias tóxicas.
• Las manifestaciones no son producto de la presencia de otro trastorno mental.

Para poder determinar con mayor precisión el origen de las conductas autolíticas, es importante conocer las causas más frecuentes que se ponen en juego. Te las mostramos a continuación:

Factores genéticos

En primer lugar, la herencia genética conforma un lugar trascendental en la aparición de situaciones nocivas para la persona. Por un lado, existen ciertas conexiones neuronales que procesan información proveniente del exterior asociadas a emociones particulares.

En este sentido, las personas que presentan conductas autolíticas poseen una mayor sensibilidad a situaciones que producen malestar, angustia, entre otros. Esto activa tanto la adrenalina y el cortisol, dos hormonas relacionadas al estrés. Por lo tanto, es importante considerar si los progenitores tienen algún tipo de alteración neurológica a través de algún estudio médico.

Factores ambientales

Las experiencias traumáticas poseen un efecto desencadenante de las conductas autolíticas. En líneas generales, los niveles altos de frustración, malestar, angustia e ira que se presentan dan cuenta de la necesidad de poner un límite frente a estas emociones.

A su vez, los vínculos afectivos creados durante la niñez también pueden determinar el grado de las conductas autolíticas.

A raíz de la trascendencia que tienen las conductas autolíticas, es necesario poner el foco en cada una de ellas para poder detectarlas a tiempo y elaborar estrategias acordes. Aquí explicaremos los tipos de conductas autolíticas:

• Cortes: lastimaduras que se pueden realizar mediante el uso de cuchillos, tijeras, entre otros. En líneas generales, producen heridas superficiales en la piel y órganos del cuerpo.
• Golpes propios: su significado está vinculado con el hecho de provocar daños profundos en cualquier parte del humano a partir del uso de la mano u otro objeto que la persona usa para lastimarse a sí misma.
• Quemaduras: se ocasionan por la inserción de elementos calientes con fuego. Cuando esto sucede, se trata de heridas más importantes que las anteriores.
• Perforaciones: finalmente, este tipo de conductas dan cuenta de lastimaduras de mayor gravedad debido a que la piel resulta dañada por elementos cortantes.

Finalmente, es fundamental conocer estrategias para disminuir el impacto de este tipo de manifestaciones en las personas que las sufren. A continuación, te explicamos cómo prevenir los intentos autolíticos:

• Realizar programas de prevención primaria: los adolescentes son personas que atraviesan un proceso de cambios físicos y mentales. Si existen situaciones de vulnerabilidad, es necesario brindar información sobre los síntomas que presentan las personas con conductas autolíticas, además de explicar a quién se puede recurrir en casos de emergencia.
• Contención emocional: cuando un adolescente está en riesgo, la ayuda de su entorno más cercano es imprescindible. Por lo tanto, en estos casos la empatía y confianza serán clave.
• Realizar terapia psicológica: una de las causas de este tipo de conductas radica en sentimientos de ira, angustia y malestar que no pueden ser canalizados. A fin de evitar las consecuencias severas, el acudir a un profesional de la salud mental permite que la persona pueda adquirir herramientas para sobrellevar momentos complejos.
• Quitar elementos peligrosos: debido a que las conductas autolíticas se producen con elementos que ponen en peligro la vida, una intervención necesaria es alejar aquellas fuentes de riesgo.
• Fomentar actividades de ocio: realizar actividad física, artística o de cualquier interés permite que la persona reduzca los niveles de estrés. A su vez, los encuentros sociales en los que se genere un ambiente cálido representan un momento saludable.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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