Qué son las emociones aflictivas: lista y ejemplos

Las emociones aflictivas son aquellos estados mentales y emocionales que a corto, mediano y largo plazo merman el bienestar. Se caracterizan por generar agitación interna, nublar el entendimiento y privarnos de la libertad para pensar y actuar. Las emociones destructivas afectan al comportamiento y la forma de sentir y de interpretar lo que sucede.

Si te preguntas qué son las emociones aflictivas y qué provocan debes saber que nublan nuestra capacidad de discernir. Con ellas somos incapaces de hacer un juicio racional, nos roban la libertad de pensar con claridad y actuar constructivamente.

Cualquier estado mental puede convertirse en aflictivo y es preciso hacernos conscientes de ello cuando ocurre. Hay estados emocionales que son destructivos en sí mismos y otros que se vuelven destructivos solo cuando una intensidad es desproporcionada en relación e la situación en la que surgen. Los rasgos comunes o distintivos de las emociones aflictivas son que generan malestar, distorsionan nuestra percepción y limitan nuestro pensamiento.

La diferencia entre emociones aflictivas y constructivas yace en el efecto que tienen sobre nuestra mente. Por un lado, una emoción constructiva es aquella que nos hace sentir tranquilidad y que nos lleva a actuar de maneras beneficiosas. Estas emociones nos ayudan a construir un acervo duradero de recursos personales físicos, intelectuales, sociales y psicológicos.

Por lo contrario, la diferencia entre las emociones aflictivas y no aflictivas es que las primeras nos meten en una espiral descendente y que las segundas fortalecen nuestra resiliencia. En este artículo, te contamos cómo desarrollar la resiliencia en niños y adultos.

Así pues, si una emoción constructiva como el amor, se sale de balance y deja de aportar al bienestar, puede fácilmente convertirse en una emoción aflictiva como el deseo obsesivo. Por lo tanto, las emociones positivas también pueden ser relativas y cambiantes, no necesariamente constructivas en sí mismas.

¿Cuáles son las emociones aflictivas? A continuación, veremos una lista de emociones aflictivas con ejemplos de las mismas.

Enojo

El enojo se caracteriza por una repulsión exagerada hacia las personas, objetos o circunstancias. Concretamente, agrupa estos ejemplos de emociones aflictivas:

• Irritación.
• Ira. Descubre cómo controlar la ira.
• Agitación.
• Odio.
• Enemistad.
• Malicia.

Apego

El apego se caracteriza por un sentido exagerado de atracción hacia las personas, objetos o circunstancias. Veamos qué 5 ejemplos de emociones aflictivas incluye el apego:

• Avaricia.
• Lujuria.
• Deseo obsesivo.
• Ansia.
• Celos.

Envidia, Orgullo y Duda

Estas involucran una mezcla de atracción excesiva por un lado, tal como el apego excesivo a una imagen exagerada de nosotros mismos, como en el caso del orgullo, y por otro lado, una repulsión excesiva, como el excesivo sentido de enemistad hacia un rival en el caso de la envidia.

Por un lado, la envidia contiene un fuerte elemento de las emociones aflictivas de atracción y repulsión. El orgullo o la altivez incluye actitudes destructivas como arrogancia, vergüenza obsesiva y poco realista, y también una mezcla de atracción y repulsión. Finalmente, la duda, que abarca emociones destructivas tales como la ansiedad o la culpa obsesiva.

La psicología budista sostiene la teoría de que las personas pueden desafiar y modificar activamente las emociones aflictivas. Una clásica formulación budista afirma que existen 84.000 emociones aflictivas, para las cuales existen otros tantos antídotos. De hecho, el budismo mide el bienestar en la medida que nuestra mente está dominada por las emociones aflictivas. El ideal de salud mental en la psicología budista es que todas las emociones aflictivas sean sustituidas por las sanas.

¿Cómo modificar las emocionas aflictivas? Una de las principales estrategias es cultivar un estado mental opuesto a las emociones aflictivas. El principio básico es que un estado mental positivo tiende a sofocar o a suprimir la emoción aflictiva correspondiente: dónde se encuentra una no puede subsistir la otra al mismo tiempo. Toda emoción aflictiva tiene un correspondiente positivo que puede sustituirla de manera sana: la ira, por ejemplo, puede ser aliviada por el amor, la arrogancia por la reflexión sobre la humildad y la ecuanimidad es un buen antídoto contra la agitación.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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