Qué son los pensamientos intrusivos y por qué aparecen
¿Alguna vez un pensamiento desagradable o extraño ha acudido a tu mente porque sí? Así actúan los pensamientos intrusivos, una clase de pensamientos que, pese a carecer de fundamentos, pueden generar gran preocupación. Además, existen diversos tipos de pensamientos intrusivos dependiendo del contenido de los mismos. Asimismo, existen pensamientos intrusivos tanto positivos como negativos, pero en este artículo nos centraremos en los segundos, ya que son los que más consecuencias y preocupaciones generan al aparecer, llegando a convertirse en serias obsesiones si no se aprende a cómo tratarlos.
En este artículo de Psicología-Online te explicaremos en profundidad qué son los pensamientos intrusivos y por qué aparecen.
Qué son los pensamientos intrusivos
Los pensamientos intrusivos son pensamientos no deseados, repetitivos y perturbadores que surgen en la mente de una persona y que pueden causar ansiedad o malestar. Estos pensamientos aparecen debido a diferentes factores, como estrés, ansiedad, trastornos mentales o problemas emocionales y, por lo general, no tienen fundamento o resultan injustificados.
Generalmente, se habla de pensamientos intrusivos negativos, pues son los que más preocupan y llaman la atención a quienes los “sufren”. Este tipo de pensamientos son especialmente frecuentes en personas con Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC), depresión o Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
El problema llega cuando estos pensamientos, que si surgen de manera puntual ignoramos y no tienen mayor importancia, se convierten en una obsesión. Es entonces cuando comienzan a limitar y condicionar la vida de las personas que los tienen, suponiendo un grave problema. Los pensamientos intrusivos suelen llegar en forma de imágenes o recuerdos vívidos, así como pensamientos que resultan muy potentes, sintiéndose como verdaderas certezas.
¿Los pensamientos intrusivos son peligrosos?
Cuando aparecen este tipo de pensamiento solemos preocuparnos por la posibilidad de que tengamos algún tipo de alteración mental, lo que provoca que esta obsesión más nociva y perjudicial. Por su lado, las personas mayores suelen temer que estén desarrollando deterioros y déficits cognitivos que alteren el funcionamiento habitual de la mente. Aquí también pueden entran en juego los valores morales, pues al ir en contra de los propios valores, estos pensamientos pueden resultar muy inquietantes.
Sin embargo, es importante no dar una excesiva importancia a estos pensamientos. Prestarles demasiada atención solo provocará que se den con una mayor frecuencia, convirtiéndose en una obsesión, que resulta agobiante y muy frustrante.
Tipos de pensamientos intrusivos
Como ya hemos mencionado, generalmente se habla de pensamientos intrusivos cuando estos son desagradables, siendo su contenido algo negativo. En psicología se distinguen los siguientes tipos de pensamiento intrusivo, según el contenido del mismo:
- Pensamientos intrusivos agresivos: son aquellos pensamientos que hacen referencia a dañar a otro o a nosotros mismos. Algunos ejemplos son pensar en autolesionarse o empujar o agredir a alguien sin que exista ningún motivo para hacerlo.
- Ideas que van contra los propios valores, como las referentes al ámbito religioso o espiritual, político o familiar.
- Pensamientos intrusivos sexuales: basados en el deseo y las fantasías eróticas, especialmente con personas con las que moralmente sería reprochable mantener este tipo de relaciones.
Una característica importante de este tipo de pensamientos es que suelen ser egodistónicos, es decir, que generan malestar y confusión en la persona que los experimenta. Cuando la aparición de estos pensamientos intrusivos negativos no genera desasosiego o incomodidad a la persona, puede que se trate de síntomas psicóticos.
Por qué aparecen los pensamientos intrusivos
Los pensamientos intrusivos pueden surgir como consecuencia de episodios de estrés y ansiedad, experiencias traumáticas, desequilibrios químicos en el cerebro como, por ejemplo, falta de serotonina, o bien la presencia de algún trastorno mental. En este último caso, los pensamientos intrusivos suelen mostrar mayor relevancia en los siguientes trastornos:
- Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC): es un trastorno de ansiedad relacionado con la aparición constante y recurrente de pensamientos intrusivos. Además, aparecen compulsiones, conductas reiterativas y muchos miedos y preocupaciones que generan incomodidad y nerviosismo en el individuo. En este caso, los pensamientos intrusivos más frecuentes son los relacionados con dañar a otros, los de contenido sexual o los autolesivos o suicidas.
- Estrés post-traumático: aparece tras una situación traumática que genera un shock en la persona. En estos casos los pensamientos intrusivos suelen estar relacionados con el trauma o acontecimiento que ha generado ese estado.
- Trastornos de ansiedad: las personas con este trastorno sienten miedo, inquietud y preocupaciones excesivas sobre su vida y la de los que lo rodean. En este caso los pensamientos intrusivos consisten con frecuencia en pensamientos sobre a propia muerte o accidentes, sucesos trágicos o la llegada de una enfermedad.
- Depresión: basada en un sentimiento profundo de tristeza, melancolía y abatimiento. En la depresión aparecen pensamientos suicidas o sobre autolesiones con mucha frecuencia.
- Depresión post-parto: un elevado porcentaje de las mujeres que acaban de dar a luz experimentan una depresión, debida a los fuertes cambios hormonales que el embarazo y el parto generan en el organismo, dándose un gran desequilibrio. En estas mujeres se dan muchos pensamientos intrusivos sobre dañar a sus propios bebés, los cuales generan un intenso malestar. En este caso, pueden tratarse de fobia de impulsión.
Por otra parte, tener que lidiar con la preocupación que provocan los pensamientos intrusivos puede hacernos desarrollar manías. Este es un mecanismo frecuente para lidiar con la ansiedad que a la larga provoca más daño que beneficio, siendo lo mejor prevenir su aparición.
Cómo vencer los pensamientos intrusivos
Existen algunas técnicas que han demostrado ser muy eficaces frente a los pensamientos intrusivos. Por ejemplo, el mindfulness u otros tipos de meditación pueden ayudar a disminuir los pensamientos intrusivos, además de proporcionar múltiples beneficios para el individuo a diferentes niveles.
Algunas estrategias para afrontar los pensamientos son:
- Visualizar los pensamiento intrusivos como nubes que pasan por un cielo azul o como moscardones que tenemos alrededor y a los que podemos aguantar hasta que se canse y se vaya.
- Figurarse que los pensamientos intrusivos son como ruido: cuanto más te focalizas en él e intentas ignorarlo, más te molesta.
- Tratar los pensamientos intrusivos desde la posición de observadores, como si fueran una película, sin ser nada referente a nosotros. Muchos expertos recomiendan observar esos pensamientos, sin analizarlos ni darles demasiadas vueltas, pues al no tener ninguna base lógica, no conseguiremos nada focalizándonos y obsesionándonos con ellos.
- Relativiza el pensamientos y sé consciente de que el que llegue no quiere decir que vaya a quedarse, pasará y su paso no causará ninguna consecuencia.
Lo primero que debemos hacer cuando detectemos la presencia de pensamientos intrusivos es intentar mantener la calma, ya que los pensamientos intrusivos no son reales y suelen estar basados en preocupaciones infundadas, sin base real. Además, cuanto más te empeñes en ignorar los pensamientos intrusivos, más te obsesionarás porque resulta prácticamente imposible evitar un pensamiento de forma activa.
Ejemplos de pensamientos intrusivos:
Aquí te dejamos algunos ejemplos de los pensamientos intrusivos más comunes:
- "¿Y si hago daño a alguien a quien quiero?": algunas personas pueden tener pensamientos intrusivos de causar daño físico o emocional a un ser querido, a pesar de no tener ninguna intención real de hacerlo.
- "No puedo dejar de pensar en cometer un acto violento": aquí, la persona experimenta pensamientos intrusivos sobre realizar actos violentos, lo cual les causa ansiedad y angustia, ya que estos pensamientos no reflejan sus verdaderos deseos o valores.
- "Me preocupa ser un mal padre/madre": ciertos pensamientos intrusivos pueden llevar a una persona a cuestionarse sus habilidades parentales y a preocuparse constantemente de que no estén a la altura o puedan dañar a sus hijos, a pesar de que sean padres responsables y amorosos.
- "Estoy constantemente preocupado/a por la posibilidad de contraer una enfermedad grave": esta persona puede experimentar pensamientos intrusivos relacionados con enfermedades y estar obsesionada con la idea de estar enferma o contaminada, lo que puede llevar a comportamientos compulsivos de limpieza o evitación.
- "Tengo pensamientos blasfemos sobre mi religión": los pensamientos intrusivos que faltan al respeto a la religión o creencias espirituales de una persona pueden causarles angustia y conflictos internos, a pesar de que estos pensamientos no representan una falta de compromiso real con su fe.
Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.
Si deseas leer más artículos parecidos a Qué son los pensamientos intrusivos y por qué aparecen, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Psicología cognitiva.
- Baer, L. (2001) The Imp of the Mind: Exploring the Silent Epidemic of Obsessive Bad Thoughts. New York, Dutton. ISBN 0-525-94562-8
- Julien D, O'Connor KP, Aardema F (abril de 2007). «Intrusive thoughts, obsessions, and appraisals in obsessive-compulsive disorder: a critical review». Clin Psychol Rev27 (3): 366-83. PMID 17240502. doi:10.1016/j.cpr.2006.12.004
- Winston, S. M., & Seif, M. N. (2017). Overcoming Unwanted Intrusive Thoughts: A CBT-Based Guide to Getting Over Frightening, Obsessive, or Disturbing Thoughts. Recuperado de https://play.google.com/store/books/details?id=gu4hDgAAQBAJ