Sensaciones extrañas al meditar

Una de las sensaciones extrañas al meditar es ver destellos de luces amarillas, blancas o de varios colores en el momento de concentrarse en la respiración. Incluso, hay quien dice ver remolinos de luz frente a él o ella y que escucha ruidos que lo sobresaltan.

Si esto te ocurre, no te preocupes, porque son imágenes sinápticas que el sistema nervioso central genera cuando el cuerpo está quedándose totalmente relajado. Algunos expertos llaman a estos episodios «visiones oníricas», porque tienen que ver con recuerdos o emociones alojadas en el subconsciente, las cuales están intentando salir a la luz.

En algunas corrientes culturales, se cree que al meditar se une a la energía de la conciencia con el alma. Por esta razón, es normal que en la meditación se experimente cierto cambio brusco de temperatura, sobre todo, que surja la sensación de frío en los dedos de las manos y los pies. Esto ocurre porque se libera la energía kundalini, lo cual es la anticipación del despertar espiritual.

La meditación se centra en calmar los pensamientos. Por esta razón, otras de las sensaciones extrañas al meditar es que sientas que entras en un túnel de total calma, al cual se le denomina «la brecha».

Esto sucede porque en ese momento tu atención está sostenida en un solo punto y vas a experimentar una total quietud en tus pensamientos, lo cual puede ir acompañado de soñolencia y destellos de luz. Es como si sintieras que entras en un túnel tranquilo que te llevará a otros lugares de tu mente.

Al meditar y centrarnos en nuestra respiración, las ondas cerebrales se vuelven más lentas, a las que se conoce como «ondas theta». Cuando llegas a ese nivel de relajación, puedes experimentar la sensación de que te hundes o que flotas y no sientes algunas partes de tu cuerpo. Si quieres entenderlo mejor, en este artículo verás los tipos de ondas cerebrales.

La buena noticia es que es una sensación muy positiva, la cual indica que estás entrando en un estado de meditación profundo que será de mucho provecho para tu energía espiritual.

Una de las sensaciones físicas más usuales durante la meditación es experimentar un hormigueo en algunas partes del cuerpo. Esto ocurre porque, según Deepak Chopra, la mente y el cuerpo están intensamente conectados y cuando la mente se relaja por completo, el cuerpo empieza a expulsar energías negativas acumuladas para tratar de equilibrarse con la mente.

En las meditaciones profundas, el corazón late con más tranquilidad y la sangre se expande con regularidad. Esto conlleva que, si tienes problemas de circulación o de mucha tensión acumulada, cuando estás meditando, vas a experimentar ese «cosquilleo» que es un poco inusual. Lo importante es dejarlo fluir para no almacenar la sensación de manera permanente en tu subconsciente.

Una de las sensaciones después de meditar es el dolor de cabeza. Esto no tiene que preocuparte, ya que, en ocasiones, el cuerpo empieza a liberar la energía acumulada de una forma gradual y no lo hace por completo. Ese flujo inusual de energía causa cierto mareo o hasta dolores de cabeza, los cuales desaparecen cuando sanas por completo los patrones que tienes grabados en tu subconsciente.

Para ayudar a liberar esas tensiones, es bueno que recites algunos mantras o que practiques ciertas asanas de yoga antes de hacer meditación. Estas prácticas van a equilibrar tus niveles energéticos y te ayudarán a eliminar esa incomodidad con mayor rapidez.

Es posible que al meditar pierdas la orientación y posición de tu cuerpo físico. Lo primero que debes hacer es descartar si tienes o no alguna patología asociada a la desorientación, como otitis o subidas de tensión arterial, con un profesional médico. Dicho esto, debes saber que es común experimentar sensaciones de desplazamientos temporales o desorientación cuando estás concentrado/a en tu respiración.

Ten en cuenta que la meditación trata de curar cargas negativas o traumas pasados, lo que puede causar ciertos síntomas neurológicos sensoriales. Cuando esto suceda, lo mejor es que dejes de repetir tu mantra y abras los ojos poco a poco para ubicarte en el «aquí y el ahora». Después, vuelve a retomar la meditación con tranquilidad y calma. En este artículo, te contamos qué son los mantras, para qué sirven y ejemplos.

Otras de las sensaciones extrañas al meditar puede ser sentir pesadez durante el proceso. Algunos expertos en el área aseguran que se debe a que los músculos se vuelven menos tensos y bajan ciertas fracciones. Esto hace que las personas que meditan se sientan pesadas, dando la sensación de que se caen.

Otras teorías afirman que la sensación de pesadez se debe a que hay quienes se sienten soñolientos y experimentan una mayor relajación muscular.

Si cuando meditas te dan ganas de llorar, esto quiere decir que tu cuerpo siente la necesidad de soltar algunas emociones cohibidas. Una vez que identifiques la sensación, lo importante es no reprimir la necesidad de llorar, porque eso es un mecanismo regulador del sistema nervioso. En este artículo encontrarás más información sobre las emociones reprimidas: qué son, por qué se guardan y cómo liberarlas.

Una persona meditando puede sentir espasmos o sacudidas. Una de las explicaciones de este fenómeno es que el cuerpo se relaja a tal punto que interrumpe los patrones normales del funcionamiento neuronal y del flujo de los pensamientos.

Cuando la mente se relaja, también lo hace la fascia, que es una vaina que recubre los músculos y que controla la tensión muscular. Los espasmos son una respuesta endocrina que puedes calmar respirando a conciencia para que tus músculos se reinicien y sigan trabajando con normalidad.

Otra de las sensaciones extrañas al meditar es experimentar una tensión muy fuerte en los ojos o en la frente, lo cual puede llegar a ser molesto y confuso. A este punto del cuerpo se le conoce como «el ojo espiritual» o Anja Chakra. Lo más seguro es que tengas cierta tensión muscular porque, inconscientemente, pones toda tu atención en tus ojos.

Para disminuir esa sensación, simplemente, extiende el brazo derecho con el pulgar hacia afuera y mira fijamente hacia la uña del pulgar. Mantén la mirada suave para liberar la tensión y toma un poco de agua para calmar las fascias musculares.

Es posible que te dé sueño al meditar o, incluso, hay quienes se quedan dormidos durante esta práctica. Lo que sucede es que para algunos es muy difícil encontrar el equilibrio entre la concentración y la relajación. Además, cuando meditamos el ritmo cardiaco baja, la respiración se vuelve más lenta y los ojos permanecen cerrados, características que el cuerpo asocia con la hora del sueño.

Para evitar que te quedes dormido/a al meditar, separa tu tiempo de meditar del de las horas de descanso. Por ejemplo, trata de no meditar justo antes de acostarte para que tu cuerpo esté totalmente despierto cuando estés meditando y no se confunda creyendo que ya es la hora de dormir.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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