Síntomas de TDAH en adultos

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es una afección clínica que se caracteriza por una dificultad para mantener la atención y movimientos impulsivos. Si bien el TDAH es diagnosticado en muchos niños que presentan obstáculos en su desempeño escolar, muchas personas conviven con esta problemática durante la vida y se convierten en adultos que padecen las consecuencias.

Según el DSM-V^[1], el trastorno por déficit de atención e hiperactividad puede ser detectado a partir de una serie de criterios diagnósticos específicos. A continuación te mostramos los más relevantes:

• Errores en la ejecución de tareas por descuidos.
• Falta de atención auditiva.
• Reticencia a la realización de tareas que impliquen un esfuerzo mental.
• Hiperactividad e impulsividad.
• Los síntomas se presentan en dos o más lugares.
• Deterioro de las relaciones sociales, laborales y familiares.
• Los síntomas tienen una duración de seis meses o más.
• Las alteraciones no pueden ser explicadas a partir de la presencia de otros trastornos mental y la ingesta de sustancias tóxicas o medicamentos.

No obstante, la evaluación y el diagnóstico siempre debe estar a cargo de un profesional de la salud mental especializado. En este artículo encontrarás información sobre los Tipos de TDAH y sus características.

Es común observar que los adultos que sufren TDAH presentan dificultades para sostener la atención. En general, esto puede verse en ámbitos de trabajo y encuentros sociales dado que se omiten detalles de conversaciones relevantes. Por otro lado, la falta de atención puede producir bajo rendimiento académico y laboral al no llevarse a cabo las metas y objetivos propuestos.

Las personas con TDAH tienen complicaciones para establecer una planificación adecuada de actividades. De igual modo, por lo general suelen perder la noción del tiempo y los espacios a raíz de una falta de concentración que no pueden sostenerse en el tiempo. Esto lleva a que ciertos lazos sociales se pierdan y no se sostengan en el tiempo.

Otro de los síntomas que se reflejan en adultos que padecen el trastorno por déficit de atención e hiperactividad es la impulsividad, la cual se manifiesta en actos puntuales. En este sentido, la persona puede no ser capaz de controlar sus emociones frente a situaciones que despiertan malestar y enojo y actúa en consecuencia.

Esta patología implica convivir con frustraciones permanentes debido a que no es posible que una persona pueda lograr todo lo que se proponga. A su vez, la falta de atención ocasiona que no se pueda acceder a determinados objetivos laborales y sociales, lo que también repercutirá escala tolerancia a la frustración que no resulta soportable.

En este artículo te explicamos Qué es la baja tolerancia a la frustración y cómo trabajarla.

Muchas personas que cursan este cuadro clínico desarrollan baja autoestima por las experiencias desagradables que han vivido en su vida. Esto incluye conflictos laborales, desencuentros familiares o separaciones amorosas, entre otros.

Si bien es cierto que cada persona es diferente, las cualidades propias del trastorno por déficit de atención e hiperactividad suelen producir un distanciamiento con el entorno si no son tratadas adecuadamente.

El déficit de atención puede producir una imposibilidad de almacenar recuerdos en la memoria a corto y largo plazo. En relación con este aspecto, se ha comprobado que este trastorno puede afectar las funciones de la memoria, por lo que las personas con TDAH pueden olvidar lugares, direcciones, eventos, datos relevantes, detalles, entre otros.

A pesar de que la ansiedad puede ser catalogada por un cuadro clínico especial debido a sus cualidades, puede formar parte del trastorno por déficit de atención e hiperactividad. En muchos casos, esto puede apreciarse porque aparece una necesidad implícita de conseguir objetivos en poco tiempo, pero sin llegar a realizar un proceso.

Si las metas que se propone una persona no cumplen en los plazos de tiempo adecuados, es posible que la persona con TDAH experimente altos niveles de ansiedad.

Los olvidos son frecuentes en personas que padecen problemas atencionales diagnosticados. Esto se da por la dificultad en sostener un nivel de atención elevado durante mucho tiempo, lo cual ocasiona una pérdida de detalles relevantes de algún hecho o situación puntual.

En otras palabras, es común que los adultos con TDAH presenten impedimentos para recordar sucesos, lugares, datos, etc.

Otro de los síntomas del TDAH en adultos son los comportamientos dañinos para el individuo. Esto incluye el consumo de sustancias tóxicas, lesiones en diferentes partes del cuerpo, peleas físicas con otras personas, entre otros. Principalmente, estos comportamientos se deben al modo de procesar la angustia que sienten frente a algunas situaciones a las que se enfrentan.

Además, en muchas oportunidades, no cuentan con los recursos adecuados para aliviar el malestar que sienten y, en consecuencia, es posible que lleven a cabo cualquier tipo de comportamiento dañino.

Las conductas impulsivas y la atención deficiente puede provocar una mala administración del dinero. Esta cuestión refleja que las personas con este cuadro clínico pueden perder su dinero sin ningún tipo de registro sobre los gastos que realizan, así como generar grandes deudas que no pueden solventar.

El TDAH en adultos también puede producir complicaciones en la regulación emocional a raíz de un predominio de ciertas emociones. En términos generales, la hiperactividad propia del diagnóstico va de la mano con sentimientos de enojo, frustración, angustia y tristeza.

Esto produce que la persona viva con una inestabilidad emocional que le impide disfrutar de ciertos momentos de la vida cotidiana.

Otro de los síntomas del TDAH es la apatía, que consiste en una falta de entusiasmo por llevar a cabo alguna actividad cotidiana que pueda despertar algún sentimiento para la persona. En este sentido, las personas con TDAH pueden desarrollar altos niveles de apatía como consecuencia de la falta de atención propia del cuadro clínico.

Esto genera que no cuenten con detalles que podrían ser interesantes acerca de diversas temáticas y, en consecuencia, falta de motivación para desarrollarse en el plano profesional y social.

A pesar de que el TDAH suele estar asociado a una atención lábil e inestable, en algunos casos las personas pueden concentrarse en un único estimulo para evitar cualquier otro factor que podría distraerlos.

La focalización en un solo detalle hace que estas personas realicen grandes esfuerzos mentales para obtener la mayor información posible sobre el tema en cuestión. Sin embargo, esto puede ocasionar que se pierdan u olviden de otras situaciones de su vida mientras están centrados en dicho aspecto.

Los vínculos sociales de una persona con esta patología suelen ser inestables porque debido a las condiciones atencionales suelen presentar dificultades para entablar diálogos extensos sin omitir detalles importantes.

Asimismo, la presencia de hiperactividad e impulsividad puede ocasionar conflictos y distaciamientos con el entorno más cercano de la persona, como la familia, amistades más cercanas, compañeros de trabajo, pareja, etcétera.

Los obstáculos que se manifiestan en esta afección clínica pueden determinar que la persona abandone los proyectos que había iniciado. Esta condición puede denotarse en cualquier ámbito de la vida, siendo más preponderante el área laboral. La causa principal de esto suele ser una baja autostima y una escasa tolerancia a la frustración.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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