Tipos de estrés laboral

El estrés laboral crónico se produce cuando perdura en el tiempo y sus efectos se ven reflejados en las acciones, pensamientos y emociones del trabajador o trabajadora.

Las consecuencias de este tipo de estrés pueden apreciarse a largo plazo y son generadas por diversos factores que perjudican el desempeño laboral. Entre los más frecuentes destaca la mala relación con compañeros de trabajo y/o jefes, discusiones, presiones por lograr objetivos, maltratos físicos y verbales, falta de incentivos, etc.

La característica fundamental del estrés laboral episódico es que aparece en un momento específico. Dicho de otra forma, este tipo de estrés no se trata de un fenómeno que se extienda en el tiempo, sino que puede resolverse cuando la situación conflictiva cese.

En líneas generales, los períodos de estrés laboral episódico suelen estar relacionados con entregas puntuales de trabajos, una crisis interna temporal o una reorganización dentro de una empresa, entre otros.

El distrés, también conocido como estrés negativo, se produce cuando aquellas situaciones que causaron malestar en un ambiente de trabajo se desplazan hacia la vida de la persona. De este modo, aparece una imposibilidad de establecer un límite preciso entre ambas áreas de la vida. Por ende, resulta perjudicial para el bienestar emocional y mental de una persona.

El distrés puede ser consecuencia de situaciones desafiantes frente a las cuales no se tienen los recursos necesarios para resolver. Más allá de las cargas laborables que existen, este tipo de estrés se manifiesta en aquellos individuos que se sienten vulnerables en sus vidas. Un ejemplo de esto puede ser que un trabajador de una empresa siga preocupado por las tareas que no pudo solucionar durante su horario laboral y tenga problemas para conciliar el sueño.

El eustrés, también conocido como estrés positivo, consiste en la adaptación beneficiosa de una persona para entablar actividades laborales. A diferencia del distrés, el eustrés conlleva determinados beneficios para el desempeño en proyectos y obligaciones.

De este modo, la respuesta a este estrés que presenta es positiva y puede implementar estrategias para conseguir resultados favorables. A modo de ejemplo, este tipo de estrés puede apreciarse en un empleado que utiliza su creatividad para lograr una mayor visibilización de su marca.

Cuando el trabajador o trabajadora siente que carece de apoyo por parte de sus compañeros y sus jefes, una de las respuestas más frecuentes reside en experimentar grandes niveles de estrés. Los síntomas más típicos de ello son la irritabilidad, la baja tolerancia a la frustración, baja autoestima, entre otros.

En este sentido, las personas que trabajan en ambientes laborales individualistas tienen mayores posibilidades de padecer estrés por inestabilidad.

Este tipo de estrés es ocasionado por la falta de creatividad y novedades en el desarrollo de un trabajo. En sintonía con esto, algunos empleos requieren cumplir la misma modalidad durante un lapso prolongado de tiempo. Cuando esto ocurre, los trabajadores pueden tener la sensación de que su labor carece de sentido y viven con desazón su estadía en el ambiente.

La falta de incentivos y reconocimientos a la labor puede ser motivo de estrés. En términos más generales, esto sucede en aquellas situaciones que no brindan ningún rédito al trabajador que se ha esforzado. Si esto persiste durante mucho tiempo, es probable que la persona se muestre fatigada y cansada, lo cual ocasiona un declive en su rendimiento.

El estrés por inconformidad puede ser experimentado cuando el entorno laboral no reconoce ninguna virtud ajena.

Aquellas personas que mantienen grandes responsabilidades tienen una mayor predisposición a sufrir estrés laboral. A su vez, esto suele producirse en lugares disruptivos que evitan una comodidad adecuada del trabajador. Por este motivo, es factible que la persona con tareas dificultosas esté sometida a niveles de presión que no pueda dominar.

A los fines de sobrellevar este tipo de situaciones de un modo más ameno, se torna necesario conocer métodos que brinden un alivio. A continuación, hablaremos sobre cómo reducir el estrés en el trabajo:

• Realizar terapia psicológica: acudir a un profesional de la salud mental ayuda a construir herramientas para canalizar frustraciones y ansiedad propias del ambiente laboral.
• Establecer metas realistas: a veces, no se puede cumplir con todas las tareas que han sido propuestas. En este sentido, la frustración aparece porque se tienen objetivos muy lejanos a las posibilidades de cada persona. Hacer foco en la realidad es fundamental para vivir con mayor tranquilidad.
• Realizar actividades recreativas: establecer horarios de ocio suele ayudar a disminuir la ansiedad y el estrés. Asimismo, puede optarse por llevar a cabo prácticas deportivas, artísticas u otra área de interés personal.
• Llevar adelante una alimentación saludable: ingerir alimentos que activen el sistema nervioso central no es un buen recurso en momentos de estrés laboral. Por este motivo, es conveniente adoptar hábitos alimenticios que relajen el cuerpo y la mente. En suma, el consumo de vegetales verdes, legumbres, carnes magras, frutas y agua representa una ayuda considerable.
• Realizar meditación: esta práctica ayuda a entablar una respiración diafragmática lenta y pausada, lo cual permite desacelerar el ritmo cardíaco. A su vez, la meditación ayuda a comprender las situaciones del presente y restarle importancia a los acontecimientos estresantes de la vida.

En este artículo encontrarás más información sobre Cómo combatir el estrés.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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