Cómo dejar de ser perfeccionista
El deseo de alcanzar la excelencia y destacar en la sociedad actual, cada vez más exigente, se ha convertido prácticamente en una necesidad para muchas personas. En el caso de una persona mentalmente sana, querer ser excelente es algo completamente normal que mejora la satisfacción personal y no tiene por qué estar relacionado con el perfeccionismo. Sin embargo, en el momento en el que las ansias por lograr la perfección se vuelven excesivas deberíamos empezar a preocuparnos, ya que es entonces cuando puede afectar gravemente la salud mental y las relaciones sociales.
Por suerte, y aunque en casos extremos pueda suponer una mayor dificultad conseguirlo, es posible superar el perfeccionismo. En el siguiente artículo de Psicología-Online te daremos una serie de consejos sobre cómo dejar de ser perfeccionista.
Qué es el perfeccionismo
Estudiantes que no conciben bajar del sobresaliente, artistas que repiten sus ilustraciones una y otra vez hasta corregir el más mínimo detalle, obsesivos/as del orden y la limpieza que se pasan horas y horas limpiando... es muy común en nuestro día a día escuchar que alguien se refiera a sí mismo/a como una persona perfeccionista, pero ¿cómo podríamos definir el término exactamente?
El perfeccionismo es una lucha por la impecabilidad y lograr ser perfectos en todos los aspectos de la vida. Las personas perfeccionistas suelen ver todas sus actividades e interacciones como un examen que demostrará su valía, por lo que consideran primordial hacer siempre las cosas bien y tomar la decisión “correcta”. Los objetivos que se marcan resultan tan difíciles de cumplir que la mayor parte del tiempo se ahogan en su propia frustración. Si llegan a cumplir alguno, muchas veces ni siquiera son capaces de disfrutarlo.
Si quieres saber más acerca de las características del perfeccionismo puedes consultar Personalidad perfeccionista: significado, características y defectos.
Qué se esconde detrás de una persona perfeccionista
Por otra parte, numerosos estudios corroboran que los pacientes con trastornos de ansiedad o de alimentación acostumbran a mostrar niveles de perfeccionismo más elevados. De igual modo, no tratar el perfeccionismo a tiempo puede llegar a provocar depresión o empeorar trastornos ya existentes.
El perfeccionismo perjudica las relaciones personales y el trabajo, además de someter a la persona que lo padece a una angustia insoportable. Si detectas que has llegado a los niveles incapacitantes que hemos comentado anteriormente, es el momento de intentar buscar una solución.
¿Quieres saber cómo puedes dejar de ser perfeccionista? A continuación, te contamos algunos métodos para tratar el perfeccionismo.
Suprimir la necesidad de ser infalible
¿Cómo aprender a dejar de ser perfeccionista? En primer lugar, es importante tener en cuenta que las personas perfeccionistas tienden a ver el error como algo terrible e intenta evitarlo a toda costa. Por este motivo, el primer paso para mejorar es aceptar que todo el mundo comete errores y aprender a reconocerlos, sin emplear justificaciones y/o tergiversar lo ocurrido para quedar bien.
De esta forma, la persona acabará dándose cuenta de que aceptar sus errores no le hará quedar como menos inteligente ni perderá amistades por ello, sino que, por el contrario, le permitirá verse más humano/a y sentirse más liberado/a.
Planificar de forma realista
¿Qué es lo malo de ser perfeccionista? A la hora de realizar trabajos o actividades (como podría ser escribir un libro o redactar un informe) los/as perfeccionistas suelen crearse unas expectativas que en rara ocasión resultan factibles, sin tener en cuenta factores que puedan condicionar dichas actividades, como las limitaciones de tiempo.
Es importante establecer metas realistas centradas en terminar la tarea en vez de procurar que cada detalle quede perfecto. Aceptar que el proyecto en el que estás trabajando seguramente no acabe siendo la obra maestra que habías imaginado en un primer momento ayudará a disminuir notablemente la ansiedad causada por el perfeccionismo.
Fijarse objetivos más modestos
Ser consciente de tus capacidades y de hasta dónde eres capaz de llegar con los recursos de los que dispones te ayudará a terminar más rápido las tareas. Permitirse ser mediocre de vez en cuando no solo representará un gran ahorro de tiempo y energía, sino que también hará que te sientas más relajado/a y menos presionado/a.
De igual modo, aprender a priorizar también será un factor clave para dejar de ser perfeccionista.
Exposición gradual
La exposición gradual es una estrategia fundamental para dejar de ser perfeccionista que consiste en cambiar el comportamiento perfeccionista. cometiendo pequeños errores intencionados de manera gradual, como por ejemplo desordenar la habitación o distribuir los libros de la estantería de forma “incorrecta”.
Terapia cognitivo-conductual (TCC)
Numerosos estudios han confirmado que las terapias cognitivo-conductuales (TCC) pueden ayudar a tratar el perfeccionismo. Al iniciar una TCC se sugiere que el profesional realice una entrevista al paciente para evaluar su grado de perfeccionismo mediante preguntas que aborden los principales factores de mantenimiento en el modelo conductivo-conductual.
Este tipo de terapias, centradas en el perfeccionismo clínico, pretenden trabajar de forma conjunta con el paciente para localizar las creencias desadaptativas y modificarlas[1]. Dejar de ser perfeccionista mejorará la salud física y mental del paciente y reducirá la sensación de culpa cuando no se esté siendo “productivo”.
Por otra parte, el tratamiento también puede ayudar a reducir los síntomas de trastornos asociados, como ansiedad, TCAs o depresión. Asimismo, disminuir las exigencias excesivas con el entorno favorecerá las relaciones personales.
Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.
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- R. Shafran et al. Clinical perfectionism: A cognitive-behavioural analysis Behaviour Research and Therapy (2002)
- Alonso González, P., & José Carrasco, M. (2019). Perfeccionismo en Salud Mental.
- De Rosa, L., Dalla Valle, A., Rutsztein, G., & Keegan, E. (2012). Perfeccionismo y autocrítica: consideraciones clínicas. Revista Argentina De Clínica Psicológica, (3), 209-215.
- García Fernández, J., Vincent, M., & González, C., et al. (2016). Perfeccionismo durante la infancia y la adolescencia. Análisis bibliométrico y temático (2004-2014). Revista Iberoamericana De Psicología Y Salud, (2), 79-88.
- Mallinger, A., & De Wyze, J. (2010). La obsesión del perfeccionismo (12a ed.).