Cómo no juzgar a los demás
La naturaleza humana nos hace ser prejuiciosos. De hecho, casi siempre adoptamos un juicio anticipado de las personas que no conocemos bien y con las que muy poco hemos interactuado. Sin embargo, un juicio valorativo no es algo necesariamente malo, ya que es esta acción nos ayuda a entender mejor lo que nos rodea. El detalle está en que nuestras ideas preconcebidas, juicios rápidos y síndrome de la perfección se interponen con nuestro juicio equilibrado y neutral.
Es más, incluso juzgamos para protegernos de los peligros o porque tenemos miedo de los demás. Por eso, en este artículo de Psicología-Online te diremos cómo no juzgar a los demás. De esta manera, analizarás las causas del juzgamiento y verás cómo puedes cambiar esta mala costumbre para evitar que tus pensamientos o palabras críticas les hagan daño a los demás.
- Toma conciencia
- Mírate primero antes que a los demás
- Aprende a despersonalizar
- Haz mindfulness
- Acéptate como eres
- No todo es lo que parece
- Todas las personas son diferentes
- Todos tenemos algo bueno
- Aplica la escucha activa
- Concéntrate en lo positivo y no en las diferencias
- Acepta la realidad
- Abre tu mente
Toma conciencia
El primero paso para no juzgar a los demás es ser consiente de tus acciones, ideas y emociones. No se trata de simplemente estar siempre alerta todo el tiempo. Es más bien aprender a interpretar el mundo que nos rodea para no actuar bajo los impulsos y después caer en el arrepentimiento.
Pero esto es más fácil hacerlo que decirlo, ya que tomar conciencia plena requiere de disciplina y constancia para fomentar un hábito que se aloje en nuestros esquemas mentales. En este sentido, puedes empezar con pequeños pasos. Por ejemplo, trata de detenerte antes de hablar o decir cualquier cosa para que analices en detalle si lo que dirás es positivo o beneficia a alguien.
Además, reflexiona sobre tus acciones diarias para que aprendas a dejar a un lado actitudes e ideas dañinas hacia otras personas. Recuerda que lo que digas ya no lo podrás borrar. En otras palabras, reformula tus pensamientos para que sustituyas aquellos negativos por pensamientos potenciadores o, en todo caso, evita las expectativas y solo vive el momento.
Mírate primero antes que a los demás
“Vete primero en el espejo, antes de juzgar a los demás”. Esta frase se ha repetido cientos de veces, pero muy pocas personas la internalizan de verdad. De hecho, lo habitual es que casi nunca, por no decir nunca, nos detengamos a evaluar nuestros propios defectos para tratar de mejorar ciertas actitudes.
En vez de eso, usamos mucha energía para criticar y ver los defectos de quienes nos rodean. Por eso, es bueno que inicies un ejercicio mental muy simple, en el que te enfoques en las cosas positivas de las personas y no en lo que tus prejuicios o falsas expectativas solo te dejan ver.
Aprende a despersonalizar
Algo muy útil para no juzgar o dejar de hacerlo, aunque no lo creas, es que cuando alguien nos trata mal o no está de acuerdo con nuestras ideas, no nos lo tomemos como algo personal. De hecho, puede ser que esa persona está pasando por un mal momento y tú ni lo has notado.
Por eso, debes entender que cada uno tiene sus propias luchas internas, y eso no quiere decir que las personas están contra ti. Aprende a separar las reacciones ajenas. Así, poco a poco dejarás de juzgar las conductas de quienes están a tu alrededor.
Haz mindfulness
Una de las mejores técnicas para aprender a no juzgar a los demás es practicar el mindfulness. Esta filosofía basada en el budismo, y que se traduce como conciencia plena, tiene varios principios esenciales que son de gran ayuda para cultivar la serenidad y evitar el prejuicio. Estos principios son los siguientes:
- Centrarse en el presente.
- Aprender a no juzgar.
- Fomentar la paciencia.
- Observar y experimentar.
- Soltar y confiar.
Existen muchísimos ejercicios y técnicas de relajación basadas en el mindfulness que te pueden ayudar a no juzgar a los demás. También, puedes apoyarte con material audiovisual o con algún experto que te oriente en esta magnífica práctica ancestral.
Acéptate como eres
Otra de las estrategias para no juzgar a los demás es aceptarnos y entendernos tal y como somos. Cuando estamos en la capacidad de apreciar nuestras verdaderas cualidades y capacidades, empezaremos a tomar conciencia de nuestras virtudes. De esa manera, se fomenta la autoestima y la valoración.
Además, cuando somos más comprensivos con nosotros mismos, se desarrolla una reciprocidad que nos ayuda a ser más empáticos con los demás. En otras palabras, mientras eres feliz, no necesitas dañar a nadie.
No todo es lo que parece
Uno de los refranes más populares y antiguos es “las apariencias engañan”. Realmente, esto es una gran verdad porque cuando juzgamos solo por las apariencias, tanto para bien como para mal, caemos en un gran error que puede ser comprometedor.
¿Qué significa no juzgar a los demás? Significa tomarse un tiempo para evaluar todo el contexto, sin asomar prejuicios ni posiciones adelantadas con respecto a la situación. Deja que todo fluya para ver de verdad la realidad de las cosas.
Todas las personas son diferentes
¿Cómo no juzgar a las personas? Si hay algo que entender es que, si algo caracteriza a las personas, es que cada quien tiene sus propias ideas, creencias y pensamientos, los cuales se desprenden del esquema de valores que han adquirido a lo largo de su vida. ¡Eso hay que respetarlo!
Es importante dejar de ver el mundo desde una sola perspectiva. Recuerda que lo que hagan o digan las demás personas no tiene que ver contigo, sino con su propia forma de ser.
Todos tenemos algo bueno
Una de las mejores formas para desarrollar la capacidad de no juzgar a los demás es enfocarse en las cualidades positivas de las personas. Es decir, intenta encontrar las buenas características de los demás, y verás que todos poseen algo valioso. Además, no todo el mundo busca siempre hacerte daño. Por eso, empieza a valorar, en vez de defenderte constantemente.
Aplica la escucha activa
Cuando las personas son muy críticas, es usual que no le presten atención al punto de vista de los demás. Esta es una cualidad muy usual en los que les encanta juzgar o sacar conclusiones apresuradas, sin escuchar con atención a la otra persona.
Para evitar eso, es necesario que practiques la escucha activa. Es decir, no solo vas a oír sus palabras, sino que tratarás de “ponerte en sus zapatos” sin emitir juicios precipitados. Para eso, puedes aplicar estas simples recomendaciones:
- No interrumpas a quien te habla y escucha por completo su mensaje.
- Si tienes preguntas, déjalas para el final de su relato.
- Mira con cuidado su lenguaje corporal para ver si está triste o manifiesta otra emoción.
Además, es importante que no te compares con esa persona, ya que tal vez está pasando por un mal momento y solo necesita alguien que la escuche, ese es el verdadero valor de no juzgar: la comprensión.
Concéntrate en lo positivo y no en las diferencias
Una de las principales maneras para no juzgar a los demás es reconociendo que, a pesar de ser distintos, todas las personas tenemos ciertas cosas en común. En algún momento, todos hemos tenido debilidades, miedos o hasta sentimientos de fracaso, y eso no significa que tengamos menos valor como seres humanos.
Por eso, trata de no juzgar ante las actitudes que te incomoden. Más bien reflexiona sobre las veces que tú has pasado por situaciones similares y piensa en la manera en que te han hecho sentir.
Acepta la realidad
Si quieres aprender a no juzgar a los demás, la aceptación es uno de los pasos fundamentales para superar las actitudes críticas y prejuiciosas. En otras palabras, debes permitir que cada persona sea como es en realidad para aceptarla con sus fallas y aciertos.
Además, reconoce que no puedes tener el control todo el tiempo. Tampoco, tienes el derecho para cambiar a los demás, solo para que se adapten a tu manera de ser. Eso sí, si está en tus manos, puedes orientar a esa persona a que también sea más tolerante y comprensiva. De esta manera, se fomenta una sana convivencia y una fuerte interrelación. Todo se trata de dar por igual.
Abre tu mente
Las personas abiertas ante las experiencias de la vida, son un imán para atraer a las personas interesantes a su alrededor. Por eso, aprende a abrir tu mente a nuevas ideas y puntos de vista, tratando siempre de aceptar la posición de otros y sobre todo, respetando su manera de ser.
Toma en cuenta que nadie es perfecto y que cada persona es una fuente para aprender cada día cosas nuevas. Aprovecha la oportunidad. Por último, recuerda que al juzgar a los demás no los defines a ellos, solo te estás definiendo tú.
Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.
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- Cuadrado, I. (2012). El estudio del prejuicio en Psicología social. EBook disponible en: https://books.google.co.ve/books?hl=es&lr=&id=ZxnhDwAAQBAJ&oi=fnd&pg=PR17&dq=prejuicio&ots=kKopv-bm_Z&sig=x8h7wYtw0DXK3Gi0NinqbKFHVNE#v=onepage&q=prejuicio&f=false
- Gonzáles, W. (2016). La resiliencia como genealogía y facultad de juzgar. Praxis Filosófica Nueva serie, No. 45. http://www.scielo.org.co/pdf/pafi/n45/2389-9387-pafi-45-00203.pdf/amp/
- Simón, V. (2013). Mindfulness y psicología: presente y futuro. Informació psicològica, (100), 162-170.