Qué es el aplanamiento afectivo y cómo detectarlo

El aplanamiento afectivo es una condición que se caracteriza por la imposibilidad o incapacidad de una persona para reaccionar frente a diversos estímulos que se presentan en la vida cotidiana. Las personas que experimentan aplanamiento afectivo pueden describirse a sí mismas como sentirse apáticas, indiferentes o desconectadas de sus emociones. Pueden tener dificultades para experimentar alegría, tristeza o cualquier otra emoción de manera intensa.

Así pues, las personas con aplanamiento afectivo tienen dificultades en expresar sus emociones mediante palabras y acciones. A pesar de que resulta complejo ubicar al aplanamiento afectivo dentro de los diagnósticos que establece el DSM-V, es posible identificar esta patología en varios cuadros clínicos, como en los casos de demencias seniles, esquizofrenia, trastorno del espectro autista (TEA), así como también en personas que han sufrido maltratos verbales y/o físicos, abusos sexuales, entre otros.

La afectividad aplanada posee una serie de manifestaciones físicas, emocionales y conductuales que hacen posible su detección a tiempo. Los síntomas del aplanamiento afectivo pueden variar de una persona a otra, pero generalmente incluyen:

• Emociones disminuidas: una de las características principales del aplanamiento afectivo es la disminución de la intensidad emocional. Puedes experimentar una reducción en la capacidad de sentir emociones positivas o negativas, lo que lleva a una sensación general de embotamiento o falta de respuesta emocional.
• Dificultad para experimentar placer: puedes tener problemas para experimentar alegría, entusiasmo o placer en las actividades que solían ser gratificantes para ti. Incluso las cosas que antes te causaban placer pueden parecer menos emocionantes o significativas.
• Falta de interés: puedes perder interés en actividades sociales, pasatiempos o relaciones interpersonales. La falta de motivación y entusiasmo puede llevar a una disminución en la participación en actividades que solían interesarte.
• Expresión emocional limitada: puedes tener dificultades para expresar tus emociones de manera adecuada. Puedes parecer inexpresivo, mostrar una gama emocional limitada o tener dificultades para comunicar tus sentimientos a los demás.
• Apatía y desinterés: puedes sentir una sensación general de apatía, desinterés o indiferencia hacia tu entorno y las cosas que te rodean. Puedes sentirte desconectado emocionalmente de las situaciones y personas que solían importarte.
• Fatiga emocional: puedes experimentar una sensación persistente de cansancio emocional o agotamiento. Las emociones atenuadas pueden llevar a una sensación de agotamiento emocional constante.

A pesar de esta descripción, es importante que el diagnóstico sea establecido por un profesional de la salud mental que evalúe las condiciones clínicas de cada persona. Para lograr esto hay que tener en cuenta aspectos como la edad, el sexo, las enfermedades preexistentes o la historia familiar, entre otros.

Existen algunos factores que predisponen la aparición de la afectividad embotada. En los próximos ítems desarrollaremos qué causa el aplanamiento afectivo:

• Factores ambientales: constituyen aquellas experiencias de vida en las cuales la persona ha sufrido grandes niveles de angustia, estrés y/o malestar que generaron los síntomas propios del cuadro. Aquí también es posible incluir accidentes de tránsito, fallecimiento de seres queridos o pérdidas significativas, entre otros.
• Factores genéticos: no debe dejarse de lado el rol que cumple la genética en el desarrollo de esta afección. En muchas personas que padecen de aplanamiento afectivo, existen conexiones neuronales vinculadas al procesamiento de información que se encuentran alteradas. Esto se ve especialmente en casos graves.

Los tratamientos para el embotamiento emocional que han demostrado una buena eficacia y efectividad, y permiten una mejoría en la calidad de vida de las personas que sufren esta condición, son los siguientes:

• Terapia psicoterapéutica: la terapia individual, como la terapia cognitivo-conductual (TCC), puede ser beneficiosa para abordar el aplanamiento afectivo. Un terapeuta puede ayudarte a explorar y comprender las causas subyacentes de tus síntomas, así como a desarrollar estrategias para aumentar la expresión y la intensidad emocional.
• Medicación: en algunos casos, se pueden recetar medicamentos psiquiátricos que disminuyen la intensidad de los síntomas propios del aplanamiento afectivo, especialmente si está relacionado con una enfermedad mental subyacente, como la depresión o el trastorno bipolar. Los antidepresivos, los estabilizadores del estado de ánimo o los antipsicóticos pueden ser considerados bajo la supervisión de un médico. No obstante, es imprescindible que la ingesta de estos fármacos sea supervisada por un profesional de la salud mental.
• Terapia de estimulación emocional: algunas terapias complementarias, como la terapia de arte, la terapia de música o la danza terapia, pueden ayudar a estimular la expresión y la experiencia emocional en un entorno creativo y seguro.
• Cambios en el estilo de vida: adoptar un estilo de vida saludable puede tener un impacto positivo en tu estado emocional. Esto incluye mantener una alimentación equilibrada, hacer ejercicio regularmente, establecer rutinas de sueño adecuadas y reducir el estrés.
• Apoyo social: mantener conexiones sociales y buscar apoyo de amigos, familiares o grupos de apoyo puede ser beneficioso para combatir el aplanamiento afectivo. Compartir tus sentimientos y experiencias con personas de confianza puede ayudarte a sentirte más conectado emocionalmente.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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