Qué es el síndrome de lisztomanía, síntomas y tratamiento

El síndrome de lisztomanía consiste en un trastorno de la salud mental relacionado con una necesidad exacerbada de escuchar música de forma constante. A su vez, la falta de un límite claro y conciso acerca de los tiempos que tiene una persona para estar en contacto con la música es otra de las particularidades que presenta el cuadro. Por este motivo, surgen conductas obsesivas y repetitivas sobre un mismo tipo de melodía.

Este fenómeno tiene su origen en la influencia que produjo en el siglo XIX el músico y compositor Franz Liszt en sus fanáticos. Las personas que escuchaban su música presentaban una tendencia compulsiva a repetir los mismos comportamientos de forma incesante. Si se descompone la palabra «lisztomanía», es posible corroborar que se trata de un estado de locura y agitación (manía) por las producciones musicales de este artista (liszt).

Ante los conciertos que brindaba Franz Liszt, la reacción de sus fanáticos daba cuenta de un estado de exacerbación irrefrenable que alteraba notablemente el estado de ánimo.

Tener en cuenta los orígenes posibles de esta problemática puede ayudar a elaborar soluciones eficaces. De esta manera, hablaremos acerca de las causas del síndrome de lisztomanía:

Factores genéticos

En algunas personas, la alteración de ciertas conexiones neuronales que forman parte del sistema nervioso central tienen una influencia masiva en sus comportamientos, pensamientos y emociones. Por un lado, es posible que los progenitores padezcan del síndrome de lisztomanía, lo cual aumenta la adquisición de esta problemática.

Por otro lado, el surgimiento de un déficit en la regulación emocional puede ser un motivo desencadenante de este trastorno.

Factores ambientales

Las experiencias vividas en la vida tienen una influencia notoria en el procesamiento de las emociones que se desarrollan. En este sentido, haber sufrido traumas en la infancia puede ser un hecho que acrecienta las probabilidades de desarrollar actitudes compulsivas y obsesivas frente a una persona admirada.

También debe tenerse en cuenta que la necesidad de obtener un reconocimiento por parte de un ser humano valorado representa una baja autoestima.

A pesar de que esta manifestación no está inscripta dentro de los criterios diagnósticos del DSM-V, existen algunas pautas para detectar su presencia. Ante esto, ubicaremos cómo saber si tengo síndrome de lisztomanía:

• Ansiedad exacerbada.
• Ideas repetitivas acerca de una persona.
• Falta de límites.
• Búsqueda de un sentido de pertenencia.
• Deseo de ser reconocido/a.
• Baja autoestima.
• Aislamiento social.
• Dificultades en establecer relaciones sociales.
• Variaciones constantes del humor.
• Pérdida de la realidad.

A pesar de esta descripción realizada, cabe destacar que la presencia aislada de alguno de estos síntomas no representa un cuadro de lisztomanía. Por esta razón, es pertinente que el diagnóstico sea realizado por un profesional de la salud mental que cuente con una formación adecuada para evaluar las características del paciente, tomando en cuenta el contexto social en el que se encuentra.

A pesar de las complicaciones que se producen en el desarrollo de la vida cotidiana, existen algunos métodos para abordar los síntomas propios de este cuadro clínico. A continuación, desarrollaremos cómo tratar el síndrome de lisztomanía:

Terapia psicológica

Acudir a un profesional de la salud mental especializado en la temática permite que el paciente pueda adquirir más herramientas para sobrellevar los momentos de tensión, estrés y/o ansiedad. Por un lado, las terapias de duración breve hacen hincapié en el trabajo sobre las emociones, conductas y pensamientos que estén vinculados a los síntomas de la patología. La terapia breve más efectiva es la terapia cognitivo conductual.

Por otro lado, las terapias de duración prolongada intentan situar el origen de los conflictos en recuerdos infantiles de carácter traumático. A partir de ello, es posible que la persona adopte otro tipo de respuestas ante los estímulos de la vida cotidiana.

Medicación farmacológica

Existen ansiolíticos que modifican la intensidad de algunos neurotransmisores. En efecto, esto hace que se produzca una relajación en el sistema nervioso central y la persona deje de tener acciones compulsivas. No obstante, es pertinente que el tratamiento sea supervisado por un profesional de la salud mental.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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