Amnesia disociativa: qué es, síntomas, tipos y tratamiento
La mayoría de nosotros hemos experimentado las conocidísimas lagunas mentales, por las que no somos capaces de recordar algo que normalmente tenemos en la punta de la lengua todos los días (por ejemplo, fechas de cumpleaños o nombres de algún conocido). A veces, tampoco somos capaces de recordar cómo fue que llegamos a la habitación o el por qué entramos a la habitación y tenemos que regresar para intentar recordarlo.
En la amnesia disociativa no es funcional la espera o el regresar a la habitación en donde estábamos para lograr recordar algo. Por ello, en este artículo de Psicología-Online te explicamos qué es la amnesia disociativa: sus síntomas, tipos y tratamiento.
Qué es la amnesia disociativa
El DSM 5 (2013) define la amnesia disociativa como una incapacidad para recordar información autobiográfica. Esta patología va más allá de un olvido ordinario, ya que esta forma parte de los trastornos disociativos y causa malestar clínicamente significativo y deterioro en las diferentes áreas importantes de la vida como la social y la laboral.
La característica de la amnesia disociativa es entonces la incapacidad para recordar información autobiográfica importante que, generalmente, es de naturaleza traumática (por ejemplo, abusos sexuales, violencia o el haber sido espectador del evento traumático).
Esta información autobiográfica normalmente debería almacenarse con éxito en la memoria y debería recordarse con facilidad, ya que se han descartado traumatismos craneoencefálicos, infecciones, enfermedades en áreas del cerebro involucradas con la memoria o relacionadas con la decodificación de los estímulos traumáticos, enfermedades neurodegenerativas y sinucleinopatías.
Síntomas de amnesia disociativa
A continuación, se presentan los síntomas característicos de una amnesia disociativa:
- Incapacidad para recordar fechas o años (pueden ser relacionados a abusos recibidos o presenciados).
- Incapacidad para recordar direcciones (incluso la propia dirección).
- Incapacidad para recordar nombres.
- Incapacidad para recordar ciertos sucesos, personas o incluso información personal (el propio nombre, dirección, edad).
- Sensación de separación de uno mismo.
- Incapacidad para recordar algunos conocimientos previos (por ejemplo el conocimiento semántico que provoca el problema para el reconocimiento de objetos o el recordar el nombre de los objetos [anomia]).
- Agnosia: la incapacidad para procesar información sensorial.
- Alteración del conocimiento procedimental (memoria a largo plazo). Los aprendizajes procedimentales son las acciones que sabemos hacer y que tenemos automatizadas como hablar nuestra lengua o conducir.
- Agnosia visual asociativa (incapacidad para emparejar fotografías u objetos semánticamente relacionados).
- Desorientación.
- Fuga disociativa (deambulación en las calles sin propósito), este síntoma de la amnesia disociativa suele ser lo que comienza a llamar la atención.
- Anosognosia: las personas son incapaces de reconocer sus problemas de memoria o solo son conscientes parcialmente.
- Dificultad crónica en la capacidad para formar y mantener relaciones satisfactorias.
- Flashbacks disociativos (por ejemplo, la reexperimentación de los eventos traumáticos).
- Son frecuentes los síntomas depresivos y los síntomas neurológicos funcionales como la despersonalización.
- En ocasiones son frecuentes las disfunciones sexuales.
- Sensación de tiempo perdido o no haber sentido el paso del tiempo.
Amnesia disociativa: tipos
A continuación se presentan los tipos de amnsesia disociativa que existen según el DSM 5 (2013):
- Localizada: es la incapacidad para recordar hechos durante un período de tiempo restringido, es la forma más común de la amnesia disociativa. Este tipo de amnesia puede ser más extensa o amplia que la amnesia para un solo evento. Por ejemplo se olvidan meses o años de abuso durante la infancia.
- Selectiva: en la amnesia selectiva la persona puede recordar algunos, pero no todos, los eventos durante un período de tiempo circunscrito. Por ejemplo se puede recordar parte de un evento traumático pero no otras partes; se puede recordar de forma fragmentada los estímulos externos e internos como la intensidad y el color de la luz que había mientras ocurría el abuso sexual, el rostro o solo la estatura del abusador sexual. Algunos pueden manifestar que presentan ambas, selectiva y localizada.
- Generalizada: es la pérdida total de la memoria que abarca toda la vida de la persona y es la menos frecuente. En este tipo de amnesia se puede olvidar la identidad personal, los conocimientos previos y procedimentales.
- Sistematizada: la persona pierde la memoria para una categoría específica de información. Por ejemplo solamente los recuerdos asociados con la propia familia o los recuerdos con una persona en particular o solamente los recuerdos del abuso sexual.
- Continua: en este tipo de amnesia a la persona se le olvida cada nuevo evento que ocurre desde un determinado acontecimiento hasta la actualidad.
Duración de la amnesia disociativa
La amnesia disociativa suele tener un comienzo agudo (súbito o rápido). La duración de los eventos olvidados puede variar desde minutos hasta décadas. Algunos episodios de amnesia disociativa suelen resolverse rápidamente (por ejemplo, cuando a una persona se le retira de la situación o estímulo estresante). Las capacidades disociativas pueden disminuir con la edad pero no sucede siempre.
Riesgos al recordar lo olvidado
A medida que la amnesia remite, puede ocurrir o surgir una profunda y marcada angustia, conductas suicidas y síntomas característicos del trastorno de estrés postraumático (TEPT). Estos riesgos, sobre todo el comportamiento suicida pueden surgir por los recuerdos intolerables que comienzan a presentarse.
Causas de la amnesia disociativa
Los trastornos disociativos surgen muchas veces como consecuencia de traumas (por ejemplo abusos sexuales, guerras, maltrato físico, maltrato infantil, desastres naturales, accidentes de automóvil, homicidios y torturas físicas). Pero, aunque no forman parte de la categoría de trastornos relacionados con traumas y factores de estrés, sí reflejan una estrecha relación entre estos dos tipos de diagnósticos.
Amnesia disociativa: tratamiento
Como refiere Van der Kolk (2015), si el tálamo se altera, el trauma no se recuerda como una historia, un relato con un inicio, un desarrollo y un final, sino como huellas sensoriales aisladas: imágenes, sonidos y sensaciones físicas.
El tratamiento que se le brinda a la amnesia disociativa debe ser comprendida en estos aspectos donde se integre las vivencias sensoriales.
El tratamiento psicológico que puede ofrecerse en una amnesia disociativa se llama EMDR. La Desensibilización y Reprocesamiento por los Movimientos Oculares (EMDR) permite reprocesar los recuerdos e imágenes libremente asociadas del pasado. Esto parece ayudar a poner la experiencia traumática en un contexto o en una perspectiva mayor. La EMDR les permite observar sus experiencias de un modo nuevo, sin un intercambio verbal con otra persona.
Amnesia disociativa: caso clínico
A continuación se presenta un caso clínico de una mujer con amnesia disociativa a consecuencia de haber sufrido un abuso sexual intrafamiliar:
Se trata de una joven de 20 años que acudió al Hospital Nacional de Guatemala, consultado sobre un dolor abdominal agudo. Los exámenes clínicos de laboratorio realizados mostraron solamente algunos valores fuera de los parámetros normales. Lo que llamó la atención del personal clínico es el sobrepeso de la paciente y algunas inusuales lesiones purpuras en los senos y en el abdomen.
El gastroenterólogo solicita una radiografía o endoscopia a la paciente para descartar cualquier lesión y exámenes de laboratorio para poder medir el nivel de cortisol y de la hormona T3 y T4. En los resultados de la radiografía se observaron ulceras gástricas que probablemente estaban relacionadas a los resultados de laboratorio que presentaron niveles altos de cortisol.
Además de estas manifestaciones clínicas la paciente no pudo brindar algunos datos relacionados a su información personal. Refirió recordar únicamente su nombre pero no sus apellidos, tampoco pudo recordar su dirección. La paciente presentaba pues desorientación autopsíquica y alopsíquica (es incapaz de identificar a las personas que le rodean y datos personales).
El personal clínico sugiere que las alteraciones de memoria están relacionadas a sus síntomas físicos que fueron el motivo de consulta, pero necesitaban descartar que no fueran alteraciones cerebrales (sobre todo las áreas implicadas en la glándula suprarrenal, que es la que podía estar relacionada con sus niveles altos de cortisol [mediante exploración bioquímica hormonal que sustente la valoración del ACTH]) o debido a una causa psicológica.
Pierre Janet (1986) puso de relieve el vínculo entre el trauma y la disociación, planteando una teoría de la disociación patológica consecuencia de las personas que han vivido un suceso traumático. Conceptualizando aí la disociación como una defensa frente a la ansiedad originada por las vivencias traumáticas, que pueden mantenerse como “ideas fijas subconscientes” en la mente del paciente, perjudicando su estado de ánimo y su comportamiento.
Sigmund Freud pudo observar que las experiencias reprimidas no quedan en estado latente, sino que son reexperimentadas a través de sueños y pesadillas, regresiones y el desbordamiento de sentimientos y sensaciones vinculadas con las experiencias traumáticas.
Wilbur (1984) mantiene que los maltratos crean en los niños y niñas un estado de sensación amenazante e inaceptable de ira. Así, ellos aprenden que estas sensaciones no no está bien que sean expresadas y tampoco deben ser sentidas conscientemente, por ello reprime estas sensaciones y los recuerdos que las provocan permanecen en el inconsciente.
La amnesia disociativa es debida usualmente a un recuerdo reprimido a largo plazo como resultado de un trauma ya sea psicológico o emocional. En el presente caso, se llegó mediante la entrevista con la paciente y personas cercanas a ella a la probable relación que hay con su dificultad para recordar y sus síntomas físicos.
El psicólogo a cargo se encargó de explorar su historial y la paciente refirió haber vivido toda su vida en la calle, pero la persona que la acompañaba expuso que hace algunas cuantas semanas la joven de 20 años nunca había sido vista por las calles y que conocía a su familia: un padre alcohólico y dos tíos, pues la madre la había abandonado con ellos desde muy pequeña.
Tal como refería Van der Kolk (2015) cuando los problemas son soluciones; generalmente los pacientes que han sido abusados sexualmente usan como mecanismo de defensa el propio cuerpo, comienzan a comer en cantidades desorbitantes con la intención de subir de peso y así no parecer más atractivo para el abusador. En el caso de la paciente su sobrepeso también estaba relacionado a sus niveles altos de cortisol que a la vez causaron las ulceras y fueron las que provocaron su dolor abdominal agudo.
Mediante la aplicación de EMDR y psicoanálisis, la paciente fue capaz de reprocesar mediante la inducción al recuerdo, la regresión y la transferencia todos aquellos recuerdos del abuso que habían sido reprimidos iniciando al mostrarle con su documento de identificación los apellidos de padre y madre que había olvidado (que con una interpretación psicoanalítica fue un mecanismo de defensa para olvidar y protegerse de aquellas personas o agentes que le habían causado el trauma o dolor).
Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.
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- American Psychiatric Association. (2013). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM 5). Editorial Panamericana.
- Janet, P. (1986). Dissociation: the first tranference theory and its origins in hipnosis. American Journal of Clinical.
- Van der Kolk, B. (2015). El cuerpo lleva la cuenta. Editorial Eleftheria. Barcelona, España.
- Wilbur, C. B. (1984). Treatment of Multiple Personality. Psychiatric Annals.