¿Debo dejar el trabajo por ansiedad?

El hecho de experimentar ansiedad, en sí mismo, no implica que debas dejar tu trabajo. Al fin y al cabo, la ansiedad es una señal que utiliza el cuerpo para indicar que algo no funciona correctamente. En el entorno laboral, esta sensación de descontrol y angustia puede estar relacionada con la carga de trabajo, la relación con los compañeros de trabajo, el ambiente o la falta de equilibrio entre la vida personal y profesional.

En muchas ocasiones, es posible manejar la ansiedad sin necesidad de renunciar al puesto de trabajo mediante técnicas de gestión del estrés, visitas al psicólogo o cambios en la rutina laboral. Sin embargo, si la ansiedad persiste, afecta a tu vida de forma significativa y no logras controlarla, tal vez debas considerar otras opciones, especialmente si está directamente relacionada con el ámbito laboral y no mejora con otros métodos.

Eso sí, antes de tomar una decisión definitiva, te recomendamos que analices profundamente la situación. Puedes concertar una cita con un psicólogo que te ofrezca herramientas para abordar la ansiedad en el trabajo o hablar con tu empresa para encontrar otras soluciones, como ajustar tu horario o cambiar tus responsabilidades. En muchos casos, estas pequeñas modificaciones pueden aliviar el malestar sin necesidad de renunciar al trabajo. En este artículo verás Cómo superar la ansiedad por errores en el trabajo.

Existen algunas circunstancias en las que dejar el trabajo puede ser la mejor opción para proteger tu salud mental. No obstante, recuerda que la decisión última depende exclusivamente de ti.

Acoso laboral

El acoso laboral, también conocido como mobbing, es una de las principales causas de ansiedad en el trabajo. Este maltrato puede incluir desde intimidación, favoritismo, sabotaje, aislamiento y humillaciones constantes.

Si eres víctima de acoso por parte de tus compañeros o supervisores, tu salud mental puede verse gravemente afectada. Así que si has intentado denunciar el acoso, el maltrato continúa y no se han tomado medidas efectivas para solucionarlo, puede que sea hora de alejarte de ese ambiente tóxico. En este artículo encontrarás más información sobre el Acoso laboral: definición y ejemplos.

Exceso de trabajo

Un ambiente laboral en el que, durante mucho tiempo, se te exige más de lo que realmente puedes gestionar también puede desencadenar ansiedad. Cuando se espera que cumplas con expectativas poco realistas sin el apoyo adecuado puede agotarte tanto a nivel físico como psicológico.

Por lo tanto, si te encuentras en la situación de que la sobrecarga de trabajo es constante y no puedes tomar los descansos necesarios para recuperarte, tal vez debas alejarte de tu empleo para preservar tu bienestar.

Problemas graves de salud mental

Si la ansiedad relacionada con el trabajo se agrava hasta el punto de que empiezas a experimentar síntomas graves —como ataques de pánico frecuentes, insomnio o depresión— y/o malestar físico, podría ser el momento de dar el paso.

Falta de apoyo o flexibilidad

Algunas empresas no están preparadas ni formadas para ofrecer un entorno de trabajo inclusivo y flexible. Si has solicitado ayuda —como reducir tus horas de trabajo o tomarte unos días para recuperarte—, pero no has recibido respuesta, esto puede ser una señal de que ese lugar de trabajo no es adecuado para ti.

Tanto si necesitas pedir unos días de baja como si quieres comunicarle a la empresa tu situación personal, debes demostrar que sufres ansiedad y/o estrés laboral. Para ello, sigue estos pasos.

1. Consulta con un profesional de la salud mental: un psicólogo o un psiquiatra podrá evaluar tu estado, determinar si sufres o no ansiedad y cuál es la gravedad de los síntomas.
2. Solicita un informe médico: una vez hayas obtenido el diagnóstico, podrás solicitar a tu médico de cabecera un informe donde se detallen los síntomas y las recomendaciones para mejorar tu situación en el trabajo.
3. Documenta tus síntomas: mantén un registro de tus episodios de ansiedad, especialmente de aquellos que ocurran en tu entorno laboral. Detalla cuándo ocurren, cuánto duran y qué los desencadena. Esto puede ayudarte a identificar patrones para, más tarde, hacer los cambios necesarios en tu espacio de trabajo.

Si tras analizar tu situación, has decidido que dejar el trabajo por ansiedad es la opción más adecuada para ti, te recomendamos planificar tu renuncia previamente para reducir el estrés y hacer el cambio más llevadero.

• Define tus siguientes pasos: antes de renunciar, analiza cuáles son tus opciones. Considera tus ahorros, las ayudas por desempleo y la posibilidad de buscar otro trabajo en un entorno menos estresante.
• Presenta tu renuncia por escrito: es importante que tu renuncia sea clara, concisa y profesional. En tu escrito, agradece la oportunidad de haber trabajado en la empresa y explica los motivos de salud que te han obligado a dejar tu puesto.
• Descansa: después de renunciar, es necesario que te recuperes y priorices tu bienestar. Antes de buscar otro empleo, dedica unas semanas al autocuidado y a reflexionar sobre tu situación.
• Mantén la puerta abierta: salvo excepciones, conviene que mantengas una relación positiva con la empresa. Al fin y al cabo, tal vez necesites una referencia para un futuro puesto de trabajo o, incluso, optes por regresar a la empresa cuando se hayan realizado los cambios necesarios.

Si necesitas más información, te recomendamos leer estos artículos sobre Cómo renunciar a un trabajo que no me gusta y Qué hacer cuando tus compañeros de trabajo no te quieren.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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