¿Es bueno masturbarme si tengo ansiedad?
Masturbarte puede ser beneficioso si tienes ansiedad, ya que libera endorfinas y reduce el estrés temporalmente. Sin embargo, no debe ser la única forma de manejarla. La masturbación es una práctica sexual en la que se obtiene placer de la estimulación de las zonas genitales del cuerpo. Se trata de un hábito cuyos efectos pueden plantear dudas, por ejemplo, de si es efectivo para aliviar la ansiedad.
En este artículo de Psicología-Online, te brindaremos información acerca de si es bueno masturbarme si tengo ansiedad. Descubre cómo la masturbación influye en los niveles de ansiedad, y si puede ser una herramienta útil dentro de una estrategia más amplia para gestionarla.
¿Masturbarse es bueno para la ansiedad?
En líneas generales, no existe ninguna contraindicación de masturbarse para gestionar la ansiedad. En general, durante la masturbación, el cuerpo libera endorfinas y otras hormonas, como la oxitocina, asociadas con la reducción del estrés. Este efecto químico proporciona una sensación temporal de alivio, lo que podría ser beneficioso en momentos de ansiedad aguda.
Sin embargo, la masturbación no debe considerarse una solución a largo plazo para la ansiedad. Si bien ofrece un alivio momentáneo, no aborda las causas subyacentes de la ansiedad ni es efectiva para manejarla de manera sostenida. Para personas con ansiedad crónica, es recomendable considerar tratamientos más completos, como la terapia cognitivo-conductual, la meditación o el ejercicio regular.
En definitiva, la masturbación puede ayudar a manejar ansiedad si se practica de un modo consciente y controlado. Sin embargo, puede convertirse en un hábito adictico que, en vez de disminuirla, aumente la ansiedad. Es importante tener en cuenta que la masturbación puede volverse problemática si se realiza de manera compulsiva o en exceso. En este artículo respondemos a la duda de si Me masturbo mucho, ¿es normal?
Qué pasa si me masturbo cuando tengo ansiedad
Cuando te masturbas durante un episodio de ansiedad, es posible que experimentes un alivio temporal de los síntomas, ya que la masturbación desencadena la liberación de endorfinas y oxitocina, hormonas que ayudan a reducir la ansiedad. Esto genera una sensación de relajación momentánea, ya que el cuerpo experimenta una liberación de tensión física y emocional. Para entenderlo, mejor te recomendamos leer este artículo sobre las Endorfinas: qué son, función y tipos.
Sin embargo, la masturbación no aborda los factores que generan tu ansiedad, como preocupaciones persistentes, pensamientos negativos o situaciones estresantes. Si recurres a la masturbación como una forma constante de manejarla, podría convertirse en una estrategia de evasión, lo que dificultará que la afrontes de forma efectiva a largo plazo.
Además, si te sientes culpable o avergonzado/a después de masturbarte, esto aumentará tu malestar. Así pues, si notas que la masturbación se vuelve una forma repetitiva de lidiar la ansiedad, considera otras formas de manejarla más saludables.
Cómo dejar de masturbarme cuando tengo ansiedad
Si masturbarte se ha convertido en un problema que afecta a tu vida, te recomendamos seguir estos consejos:
- Escribe lo que sientes: al escribir sobre lo que te genera malestar, empezarás a comprender mejor tus síntomas. Por esta razón, anotar pensamientos, emociones y comportamientos asociados a la masturbación en momentos de ansiedad te ayudará identificar patrones y a reducir su frecuencia. En este artículo, te explicamos Cómo hacer un diario de emociones.
- Establece un límite gradual: n lugar de intentar interrumpir la masturbación de golpe, es útil permitir una cantidad determinada de veces, y gradualmente ir reduciendo la frecuencia. Con el tiempo, esto ayuda a manejar mejor los impulsos y a buscar otras formas de lidiar con la ansiedad.
- Realiza terapia psicológica: la terapia cognitivo-conductual es particularmente efectiva, ya que trabaja directamente sobre los pensamientos, emociones y comportamientos que perpetúan la ansiedad y la masturbación como una respuesta a ella. En algunos casos más graves, también puede considerarse una terapia farmacológica, como los ansiolíticos, que ayudan a calmar el sistema nervioso central.
- Mantén hábitos de vida saludables: llevar una alimentación equilibrada, practicar ejercicio de forma regular y tener una higiene adecuada del sueño, también contribuye significativamente a reducir los niveles de ansiedad y mejorar la calidad de vida general.
- Ten paciencia contigo mismo/a: recuerda que cambiar hábitos lleva tiempo. Si tienes momentos en los que cedes a la masturbación, no te castigues. Aprende de ellos y ajusta tus estrategias. La consistencia es clave.
Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.
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- Asociación Estadounidense de Psiquiatría (2013). Manual Diagnóstico y Estadístico de los trastornos mentales (5.ª edición). Arlington: Editorial Médica Panamericana.
- Bardi, A., Leyton, C., Martínez, V. (2003). Masturbación: mitos y realidades. Revista de la Sociedad Chilena de Obstetricia Ginecológica Infantil, 2 (1), 1-8.
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