Tipos de celos: características y ejemplos
Para poder analizar mejor el fenómeno en su complejidad, distinguimos varios tipos de celos, porque se puede estar celoso de los más diversos "objetos" de amor: de las propias cosas, de la propia vida "privada", de la propia pareja, de todo lo que puede ser precedido por el pronombre posesivo "mío". La idea de que algo que es nuestro puede ser arrebatado es la base de los mecanismos de los celos. En este artículo de Psicología-Online veremos juntos cuáles son algunos tipos de celos: características y ejemplos.
- Celos materiales
- Celos románticos
- Celos en la familia
- Celos de confrontación social
- Celos preventivos
- Celos emocionales o reactivos
- Celos retrospectivos
- Celos profesionales
- Celos patológicos
- Celos ansiosos
- Celos posesivos
- Celos proyectivos
Celos materiales
Aunque las dinámicas de fondo son las mismas, es diferente estar celoso de un objeto o de una persona. En el primer caso hay un deseo de exclusividad para las cosas que nos pertenecen y que no quisiéramos ceder en un uso a otros, se habla, pues, de celos materiales. Los celos materiales parecen ser los más primitivos, y encuentran su manifestación en el apego a los bienes materiales, ligados, a su vez, a la satisfacción de las necesidades fisiológicas.
Este tipo de celos se encuentra en mayor medida en los niños y en los ancianos, precisamente porque en estas fases del desarrollo encontramos mecanismos más parecidos a los del mundo animal. No hay lugar para la relación con el otro, respondiendo a una fuerte necesidad narcisista, el otro solo entra en juego como alguien que puede arrebatarnos algo que es nuestro, alguien de quien defendernos, alguien con quien luchar...
En los casos más graves, los celos materiales pueden desembocar en un verdadero comportamiento obsesivo-compulsivo que lleva a poner en práctica toda una serie de comportamientos para "defender" lo que consideramos nuestro.
Celos románticos
En general, las investigaciones en el ámbito psicológico, así como la literatura en sentido amplio, se han ocupado sobre todo de este tipo de celos: hablamos, de hecho, de celos románticos cuando nos referimos comúnmente a los celos. En este caso, domina el temor de perder el afecto del otro, la mayoría de las veces el afecto exclusivo de una persona que queremos, y se manifiesta en las relaciones de afecto más íntimas, donde encuentran satisfacción las necesidades de seguridad y pertenencia. En la base de esta forma de celos parece haber:
- La convicción de que la persona amada nos pertenece.
- El temor de que alguien que sentimos como un rival pueda arrebatárnosla.
- La predicción de que si esto ocurriera, la imagen del ser se vería muy afectada.
Esto lleva a una especie de ambivalencia hacia la persona amada que se traduce en un aumento del interés y del deseo hacia ella, asociado a hostilidades y temor de la pérdida. El otro se convierte para nosotros en un objeto que satisface una necesidad nuestra y no un sujeto a amar.
En este artículo explicamos Qué son los celos en psicología.
Celos en la familia
Nos referimos a los celos que nacen entre hermanos y hermanas, entre suegra y nuera, entre madre e hija, a los celos de un padre en el momento del nacimiento de un hijo o con respecto a su propia hija. Como los celos románticos, está ligado a las necesidades de seguridad y pertenencia, pero podemos distinguir dos tipos de celos familiares:
- Celos horizontales. En los celos horizontales los sujetos tienen el mismo papel; ejemplos son los celos entre hermanos y hermanas, entre parejas, entre las familias de origen.
- Celos verticales. En cambio, se desarrolla sobre varias generaciones y los sujetos cubren diferentes papeles; en este tipo de celos la variable tiempo es fundamental. Ejemplo de los celos verticales que se producen entre las generaciones es el de la suegra respecto a la nuera, vista como la que le quitó el afecto de su hijo; o los celos de los padres respecto a la juventud de los hijos que ellos ya no tienen.
Los celos familiares se desencadenan con particular violencia porque la "certeza" de la familia permite la liberación extrema de los sentimientos, sin los límites de control social que el ambiente exterior ejerce sobre nosotros.
Celos de confrontación social
La característica específica de los celos de la competición social es el objeto del deseo, que no siempre es una persona, sino más bien una cosa, un tipo de éxito o una buena posición social, y nace del temor de que nuestra posición en el mundo corra el riesgo de un retroceso. En el ámbito laboral, en el deporte, simplemente en el ámbito social, cuando alguien puede tener más éxito que nosotros, perdemos nuestro poder. En este caso, las raíces que atan los celos a la envidia se entrelazan, invadiendo la una en la otra.
Los celos de confrontación social responden a las necesidades más elevadas de autorrealización y se manifiesta en las relaciones sociales, en el sentido más amplio, hasta implicar la dimensión transpersonal. El surgimiento y la intensidad de este tipo de celos varían en función de la importancia que el individuo atribuye a la meta deseada, de la identidad y del valor emocional de los demás competidores. De hecho, los celos de confrontación social aumentan cuando:
- Se atribuyen principalmente a sí mismos la responsabilidad de una comparación desfavorable o de un fracaso.
- El jaque se considerará al menos parcialmente controlable.
- Se considera que el desfase en la comparación depende de condiciones relativamente estables en el tiempo y, sobre todo, relativas a la propia personalidad.
En este tipo de celos, resulta fundamental la defensa de la propia imagen social y el significado atribuido al juicio de los demás.
Celos preventivos
El siguiente tipo de celos son los celos preventivos. Los celos preventivos ocurren cuando, por ejemplo, a pesar de no tener pruebas, acusamos a nuestra pareja de haber coqueteado o peor de haber iniciado una aventura con un hipotético rival. Como consecuencia, nuestra actitud hacia el compañero llegará a extremos difíciles de manejar.
Por ejemplo, podríamos llegar a intentar impedirle en la medida de lo posible los contactos sociales más comunes para evitar que el "peligro" se materialice y las ocasiones se multipliquen. Esta actitud puede degenerar hasta el punto de que es posible llegar a ver enemigos o hipotéticos rivales en cualquier situación y se tenderá, así, a tratar de controlar la vida de su pareja con presiones excesivas.
Celos emocionales o reactivos
Los celos reactivos son la reacción a un acontecimiento concreto. Puede ser desencadenado por un hecho real como una verdadera traición, o puede ser el producto de nuestra imaginación, sabiamente impulsado por nuestro miedo a ser traicionado.
Los celos emocionales o reactivos son la respuesta a los comportamientos íntimos y/o sexuales que nuestra pareja puede tener con otra persona. Se trata de la forma de celos más sana y racional, ya que se basa en hechos y/o problemas reales (pequeños o grandes que sean), como experimentar ira o tristeza si vemos a nuestro compañero/a coquetear con alguien o si descubrimos que han sido traicionados o si, en otras palabras, nos enfadamos cuando pillamos a nuestra pareja con ojos de pez rojo mirando a alguien. Naturalmente, esta reacción es tanto más adecuada cuanto más proporcional es a los acontecimientos que la han provocado.
Celos retrospectivos
Los celos retrospectivos o retroactivos, también conocido como síndrome de Rebecca (inspirado en la película de Hitchcock, es decir, Rebecca la primera esposa), se produce cuando demostramos una verdadera obsesión con el pasado de nuestra pareja. Este tipo de celos tiene la característica de cubrir toda la vida pasada de nuestra pareja, incluyendo, por supuesto, las relaciones amorosas.
Cuando nos atacan los celos retroactivos, puede ocurrir que veamos al ex de nuestro actual compañero como dotado de características especiales que nosotros nunca conseguiremos. Podríamos deslizarnos en la convicción de que posee cualidades que nosotros no tenemos y, para intentar frenar este ser "especial", tratamos de menospreciarlo o denigrarlo en cada ocasión con la intención de eliminarlo del pasado de nuestro socio.
En este artículo, hablamos en profundidad sobre cómo se sienten y cómo superar los celos retrospectivos.
Celos profesionales
Hablando de los tipos de celos, debemos hacer mención a los celos en el ámbito laboral. Uno de los problemas comunes que se pueden encontrar en el lugar de trabajo es el relativo a los conflictos entre colegas o entre directivos y colaboradores. Normalmente, podemos hablar de conflicto cuando la relación, el intercambio entre dos o más personas se caracteriza por diferencias en cuanto a objetivos e intereses; es decir, cuando uno espera que el otro se adapte a sus necesidades y acepte su posición, y ninguno de los dos quiere ceder. En la raíz de este comportamiento está la necesidad de afirmarse y de ver reconocida la propia identidad de persona, para poder mantener inalterada y reforzada la propia autoestima.
Celos patológicos
El sentimiento de celos se transforma en algo distorsionado cuando se combina con ideas y actitudes obsesivas. En otras palabras, la persona celosa se desliza en un comportamiento compulsivo buscando pruebas que avalen sus teorías, ejerciendo un control opresivo sobre la persona, siguiéndole durante su día. Los celos patológicos están presentes en los manuales de diagnóstico y están clasificados como "trastorno delirante" de los cuales existen varios tipos:
- Celos obsesivos, que tiene su origen en la sensación de ser inadecuado y que se divide en otras subcategorías.
- Celos ansiosos, que provoca una ansiedad continua del miedo a ser traicionado.
- Celos paranoicos, cuando la persona celosa es siempre demasiado suspicaz.
- Celos de ansiedad por la separación, sufre quien no puede aceptar la posibilidad de que su relación pueda terminar; para estas personas perder a su pareja equivale a morir.
- Celos hiperestéticos, afecta casi siempre a los hombres que tienen reacciones negativas excesivas si la pareja se entretiene incluso hablando con otros y sin ninguna implicación.
- Celos post-desprendimiento, es el sentimiento que nace después del final de una relación por parte de la pareja dejada, hacia el compañero que terminó la relación.
Celos ansiosos
Los celos ansiosos (o cognitivos) es una forma más mental. Es decir, se desarrolla en nuestra cabeza cuando creamos imágenes y pensamientos que representan el comportamiento infiel (real o imaginado) de nuestra pareja, alimentando ansiedad, sospecha y pérdida de confianza. Si nos encontramos en el torbellino de los celos ansiosos, tenemos más probabilidades de sentirnos deprimidos y con baja autoestima.
Celos posesivos
En parte relacionado con la anterior, hablamos de celos posesivos si hacemos grandes esfuerzos para evitar que la pareja tenga contacto con personas del sexo de su orientación. Como cuando odiamos a todos los amigos o las amigas de nuestra pareja y nos mareamos cada vez que salen juntos. Estos esfuerzos pueden ser positivos en sí mismos o dar lugar a conductas problemáticas. En el primer caso, la persona celosa trata de "alejar" a la pareja de otras tentaciones dedicando una mayor atención a su propio aspecto o poniendo de relieve la calidad - de sí mismo o de la relación - que refuercen el placer de estar juntos (por ej. viajar más, cultivar aficiones comunes). En los casos más extremos, por el contrario, puede producirse una progresiva pérdida de control que va desde la lectura de correos electrónicos y mensajes en el smartphone del otro, hasta fenómenos mucho más graves de violencia o acoso, en un intento de limitar la libertad del compañero/a.
Celos proyectivos
Para terminar el listado de los tipos de celos, debemos hablar de los celos proyectivos. A veces, los celos parecen el resultado de un mecanismo muy estudiado en el ámbito psicológico, el de la proyección. Esto sucede cuando atribuimos a nuestra pareja deseos de infidelidad sexual o emocional que en realidad nos pertenecen. ¿Un ejemplo? Cada uno de nosotros, incluso la persona más fiel y enamorada, se encontrará fantaseando - tal vez solo por un segundo - sobre alguien que no sea su pareja. Es inevitable y normal. Sin embargo, no todos logran conciliar la imagen de uno mismo como pareja enamorado/a con la de hombre o mujer que siente inevitablemente atracción por el otro y, por tanto, viven como una intrusión estos deseos fugaces. Una manera inconsciente de librarse de este conflicto es proyectar sobre la esposa o el marido sus fantasías o una infidelidad real.
En este artículo encontrarás Qué es proyección en psicología, con definición y ejemplos.
Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.
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