Actitudes negativas de una persona: lista y ejemplos

Una actitud negativa abarca cualquier actitud que adopta una persona que puede perjudicar, en mayor o menor medida, a ella misma o a una tercera persona provocando, a corto, medio o largo plazo, consecuencias negativas para la persona afectada.

A continuación, exponemos 20 actitudes negativas que puede adoptar una persona cuyas consecuencias no beneficiarán su vida, ni a su entorno. Te animamos a identificar cuáles son las actitudes negativas más frecuentes en tu vida para crecer y trabajar tus debilidades con este ejercicio.

Esta actitud negativa cierra toda posibilidad de nueva experiencia en la vida, privando a la persona de la belleza y bondad que, en su parte auténtica, contiene. Realiza este test de desconfianza si quieres saber si posees este comportamiento que te está limitando en tu día a día.

La persona que adopta esta actitud negativa genera mucho dolor a sus prójimos mediante sus malas palabras y actos. No solo perjudica el estado emocional y/o físico del individuo al que agrede, sino que, con esta conducta negativa, se aisla socialmente y, en su caso, produce una sensación de culpa y rechazo hacia uno/a mismo/a.

Las personas impulsivas, en muchos casos, acaban lamentándose este tipo de conductas por llevarles a errores que afectan tanto a ellos como a terceras personas. Si eres una persona impulsiva, te animamos a que lo trabajes para tu propio beneficio con nuestro post Cómo controlar la impulsividad.

Esta actitud puede resultar muy perjudicial para la salud de la persona que la padece. Es necesario que el sujeto que tiene este comportamiento ansioso vaya a terapia y trabaje en su mejora para poder disfrutar de su vida y de las personas de su entorno. Al contrario, su bienestar podría quedar sepultado por sus síntomas ansiosos.

En este camino de recuperación, en Psicología-Online te queremos ayudar con este post sobre Técnicas de relajación para la ansiedad.

Las personas con esta actitud negativa, vinculada a un comportamiento altanero, suelen quedarse solas a medio o largo plazo. Esto se debe a que las personas con las que se relacionan acaban cansados de su soberbia que constantemente manifiestan.

Si quieres saber más sobre esta actitud negativa, lee nuestro artículo El significado psicológico de la soberbia.

Adoptar esta actitud negativa es muy perjudicial para la vida ya que, por un lado, resulta cargante para las personas con las que nos relacionamos y, por otro, puede afectar negativamente sobre nuestra salud física y mental al decepcionarnos continuamente ante la vida.

Para conocer más en detalle este comportamiento, te recomendamos consultar nuestro artículo Características de las personas negativas.

Las personas con recelo son temerosas en extremo. Esto hace que estos individuos pierdan una grandísima fuerza vital al destinarla a mantenerse a la defensiva en todo momento. De igual modo, su continuo temor les lleva, al igual que las personas desconfiadas, a perderse una gran cantidad de experiencias de vida que podrían nutrirles, alegrarles y fortalecerles.

La actitud de juicio es una de las actitudes negativas más perniciosas que existe. Cada uno de los juicios negativos realizados llega, de modo incomprensible para la mente humana, como flechas hirientes a las personas juzgadas, hiriendo fuertemente su corazón. En el caso de los juicios a uno mismo, de igual modo, la persona se autodestruye autolesionándose con un discurso negativo continuado sobre sí misma.

Las personas con altos niveles de competitividad no pueden alcanzar estados de calma y paz al encontrarse pendientes, en todo momento, de actuar de modo que superen siempre a los demás. Estas actitudes negativas, a largo plazo, también pueden resultar muy perjudicial para la salud de las personas afectadas.

Dar demasiadas vueltas a las cosas constituye una de las actitudes negativas muy presentes actualmente en nuestra sociedad. Y no por darle más vueltas se llega a mejor solución. La rumiación es una trampa mental que enreda a la persona en laberintos de pensamientos sin salida ni beneficio alguno.

En esta lista de las actitudes negativas de una persona, no podía faltar la mentira. Los individuos que no cumplen lo que dicen, suelen generar gran desconfianza en las personas que les rodean a corto, medio o largo plazo. Su palabra, con el tiempo, se torna en algo no creíble, como en el cuento del lobo.

Para más información, lee nuestro artículo Perfil psicológico de una persona mentirosa.

Manipular a las personas resulta una actitud totalmente irrespetuosa que degrada la dignidad de las personas al no tenerlas en cuenta para nada. Se trata de un comportamiento egoísta que sobrepone las necesidades propias del individuo a los deseos de cualquier persona de su entorno.

Cuando una persona se siente víctima se sumerge en un estado de impotencia que la limita a una "no actuación" en su vida. Además, las personas que adoptan dicha actitud vital suelen acumular, con el tiempo, rencor en su interior ya que, al considerarse víctimas, culpan a los demás de su situación vital y, aunque sea de manera pasiva y aparentemente inofensiva, arremeten contra sus prójimos con juicios y, en ocasiones, malas acciones o palabras.

Para conocer más sobre esta actitud negativa, consulta nuestro post Hacerse la víctima: ¿por qué y cómo dejar de hacerlo?

Actuar de este modo resulta una actitud negativa totalmente intolerable. Nadie tiene derecho a despreciar ni a burlarse de sus semejantes, ya que todos somos seres humanos con iguales derechos y deberes. Estos comportamientos suelen formar parte de la coraza de muchas personas con baja autoestima o con trastornos psicológicos, por eso, es recomendable que vayan a terapia para que tomen conciencia y mejoren su salud.

Las personas rígidas y autoritarias provocan bastante dolor en el entorno que les rodea. Los individuos con estas clases de actitudes negativas son incapaces de sentir empatía por los demás, lo que les lleva a actuar únicamente según sus propios criterios sin apenas tomar conciencia de los abusos que puedan cometer sobre el resto de personas.

Otra de las actitudes negativas más recurrentes es la rigidez. Al hablar de este comportamiento, nos referimos a la falta de flexibilidad mental para tolerar y considerar digna cualquier perspectiva que sea contraria a la que poseemos nosotros mismos.

Un ejemplo de rigidez sería la mostrarnos intolerantes e irrespetuosos ante una idea que no nos repercute negativamente desde un punto de vista neutro, sin embargo, reaccionamos con rechazo o violencia. Por lo tanto, la rigidez es algo que nos aísla de los demás y nos impide seguir creciendo alimentándonos de nuevos valores y maneras de ver el mundo.

Esta actitud negativa de una persona le lleva a tener una vida desdichada, ya que realizar comparativas es un ejercicio que perjudica gravemente su autoestima. Esto es así puesto que la comparación no se realiza desde un punto de vista objetivo, es decir, teniendo todas las peculiaridades y factores encima de la mesa.

Para que se entienda mejor, pongamos un ejemplo: una persona se compara con otra en redes sociales y se siente desdichada porque no tiene el mismo dinero o porque considera que el otro sujeto tiene una vida más feliz que la suya. Por lo tanto, se produce un sesgo importante ya que el individuo se perjudica a través de una información no completa y ampliamente subjetiva.

Con esta actitud negativa se produce una paradoja significante, y es que el sujeto que realiza la burla tiene gravemente herida su autoestima. Por lo tanto, cuando una persona comete este acto tan despreciable, a menudo vive sumido en la amargura de su propia vida interior.

Además, la burla es una actitud llevada a cabo por personalidades enfermizas y es uno de los actos más deplorables del ser humano, puesto que la persona objeto de la humillación puede llegar a ser perjudicada gravemente en su salud psicológica, sobre todo cuando tiene una baja autoestima.

Cuando hablamos de intolerancia, hablamos de la continua falta de respeto a personas con otras creencias diferentes a la que practicamos nosotros mismos. Esto conlleva a actitudes de rechazo hacia algún grupo social, ya sea por su color de piel, orientación sexual, política o religiosa.

Un ejemplo de esta actitud negativa sucede cuando marginamos o insultamos a una persona, ya sea de manera consciente o inconsciente, por ser de una minoría étnica. También ocurre cuando no respetamos otros cuerpos e instamos a personas gordas a hacer dieta o hacer ejercicio sin que estas personas nos pidan nuestra opinión.

En esta lista de actitudes negativas no podía faltar el sexismo. Una actitud sexista o ser machista es del todo intolerable y consiste en considerar inferior a una persona del sexo opuesto por el mismo hecho de serlo. Socialmente, el sexismo está muy integrado en nuestra sociedad y se manifiesta en la violencia que sufren tanto mujeres, como hombres, en tanto que estos no se comporten en consonancia con los estereotipos heteropatriarcales.

Entre muchos de los ejemplos de actitud sexista que podríamos describir destacamos: burlarse de un hombre por expresar sus sentimientos o demostrar sensibilidad, realizar comentarios libidinosos sobre el cuerpo de una mujer sin que ella lo haya pedido, o que cobre menos que un hombre realizando las mismas funciones y en el mismo cargo que este.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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