Sequedad de boca por ansiedad: causas y tratamiento
La sequedad bucal por ansiedad es uno de los problemas relacionados a la salud mental que más afecta a personas que padecen situaciones de estrés. Esta condición clínica consiste en una disminución del flujo de saliva en la boca, lo cual trae como resultado una falta de humedad dentro del aparato respiratorio, por lo que representa una dificultad para llevar a cabo diversas actividades de la vida cotidiana que se ven condicionadas por las manifestaciones físicas y emocionales.
Es importante comprender que existe una relación directa entre este problema y factores que predisponen al desarrollo de la ansiedad en personas que carecen de herramientas para dominarla. Además, aunque parezca que tener la boca seca en situaciones puntuales es un aspecto de poca importancia, resulta crucial tener en cuenta que los síntomas implicados pueden estar asociados a otros motivos desconocidos. En este artículo de Psicología-Online hablaremos de la sequedad de boca por ansiedad: causas y tratamiento.
Por qué la ansiedad seca la boca
La ansiedad puede secar la boca debido a una combinación de factores que actúan en simultáneo y producen una disminución de la saliva dentro de los conductos digestivos. Desde el punto de vista clínico, esta patología es denominada xerostomía, la cual implica una ausencia reiterada de saliva en la boca.
Aun así, es necesario distinguir si se trata de una problemática médica o si hay algún factor psicológico que la desencadene. A continuación, abordaremos algunas causas de la sequedad bucal:
- Sobreactivación del sistema nervioso autónomo: la actividad de las conexiones neuronales puede verse incrementada frente a situaciones que producen un alto grado de ansiedad. Ante el nerviosismo que se genera en algunos momentos puntuales que suscitan una respuesta del sistema nervioso autónomo, la producción de saliva se reduce notoriamente.
- Sobreactivación del sistema nervioso parasimpático: este conjunto de procesos internos tiene la tarea de regular el funcionamiento de diversos órganos del cuerpo mediante la relajación muscular. Sin embargo, una sobreactivación del mismo puede impedir una distribución adecuada de saliva en la boca.
Cómo saber si se me seca la boca por ansiedad
La sequedad en la boca por ansiedad puede ser detectada a partir de algunas manifestaciones puntuales que surgen en los momentos anteriores, o en el mismo momento de la exposición a factores estresantes. A continuación, señalaremos cómo saber si se me seca la boca por ansiedad:
- Escasa salivación.
- Nerviosismo.
- Angustia.
- Incertidumbre.
- Dolor o irritación de la garganta.
- Dificultad para hablar.
- Impedimento para tragar, masticar y/o ingerir alimentos.
No obstante, es importante mencionar que el diagnóstico de sequedad de boca por ansiedad debe ser llevado a cabo por un profesional de la salud mental especializado en la temática. De este modo, será posible establecer los criterios clínicos que se adapten a las necesidades de cada persona e indicar los mejores tratamientos.
Cómo quitar la sequedad de la boca por ansiedad
El tratamiento de la sequedad en la boca por ansiedad se puede realizar a través de terapia cognitivo-conductual, medicamentos ansiolíticos y cambios en el estilo de vida, como por ejemplo la reducción del consumo de cafeína y el aumento de la hidratación. A continuación,
encontrarás las principales metodologías para eliminar la sequedad en la boca por ansiedad:
- Terapia psicológica: un abordaje terapéutico adecuado consta de una serie de sesiones en las cuales se brindan herramientas que permiten afrontar las situaciones de estrés y/o ansiedad con mayores recursos. Cabe aclarar que esta problemática está determinada por la presencia de factores que contribuyen a la ansiedad. Entre los enfoques psicológicas breves más importantes, se destaca la terapia cognitivo conductual. A grandes rasgos, este tipo de abordaje trabaja en las emociones, pensamientos y conductas que fomentan los síntomas típicos de la ansiedad. A partir de ello, es posible adoptar otras soluciones ante los problemas. Por otro lado, las terapias más largas buscan el origen de los síntomas a partir del recuerdo de situaciones del pasado que se asocien con el problema actual. La terapia de larga duración más efectiva es el psicoanálisis.
- Medicación psiquiátrica: en casos de gravedad considerable podrían incluirse los ansiolíticos dentro del plan de tratamiento de un paciente. Sin embargo, la ingesta de los mismos debe ser supervisada por un profesional de la salud mental. Aquí encontrarás información sobre los diferentes Tipos de ansiolíticos.
- Practicar técnicas de relajación: tanto el mindfulness como el yoga y la meditación son recursos efectivos que disminuyen la intensidad de los síntomas. Es necesario practicar las técnicas con frecuencia hasta lograr una relajación adecuada.
- Beber suficiente agua: la sequedad de la boca requiere de la incorporación de grandes cantidades de agua. La hidratación es fundamental para que se restablezca un flujo adecuado de saliva.
- Evitar una alimentación elevada en sodio: los alimentos que poseen mucha sal pueden contribuir a la sequedad de la bocal. Por esta razón, es recomendable reducir aquellos productos que contengan altos niveles de sodio como embutidos, quesos duros, sopas industriales, carne con grasa, salsas, entre otros.
- Realizar ejercicio físico: la ansiedad puede ser tratada a través de actividades que involucren el uso del cuerpo. Cuando una persona realiza ejercicio físico, se produce una relajación muscular que favorece la liberación de endorfinas, neurotransmisores vinculados a la felicidad. En este sentido, la ansiedad disminuye y, por ende, la sequedad de la boca puede quitarse.
Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.
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- Marques Soares, M. S. (1991). Estudio clínico de pacientes con síndrome de boca ardiente: Xerostomía, flujo salival, medicamentos, ansiedad y depresión. Departamento de Ciencias Morfológicas y Odontoesmatología. Universidad de Barcelona.