Agotamiento emocional: síntomas y cómo superarlo
En una sociedad en la que cada vez nos exigimos más y llevamos adelante más actividades y responsabilidades, cada vez hay más personas que se sienten sobrepasadas. En Psicología-Online queremos explicarte qué es el agotamiento emocional, cuáles son sus síntomas y qué puedes hacer para superarlo.
Qué es el agotamiento emocional
El agotamiento o fatiga emocional es un estado de extenuación al que llegamos cuando nos sentimos sobrepasados por una serie de circunstancias como el trabajo, los conflictos, las responsabilidades, etc. Al ser este agotamiento mental, no lo podemos solucionar con unos días de descanso como el agotamiento físico.
El agotamiento emocional puede darse en el ámbito laboral, cuando nos exigen o nos exigimos demasiado. Cuando la fatiga emocional se da en este ámbito recibe el nombre de síndrome de Burnout. Suele aparecer también en los cuidadores de personas dependientes, en cuyo caso se denomina síndrome del cuidador. Y, también es habitual el agotamiento emocional en la pareja cuando la relación es conflictiva. Aquí puedes ver Cómo saber cuándo terminar una relación.
El agotamiento emocional como consecuencia de exigirse ser fuerte
Nos exigimos mucho, cada vez más. Queremos vivir con un buen estado de salud, hacer ejercicio físico para cuidar nuestro cuerpo, tener una casa perfecta, destacar en nuestro trabajo, criar a los hijos/as perfectos/as con las comidas más sanas y las mejores actividades extraescolares, estar pendientes de nuestras familias… Y que además de todo esto nos quede tiempo para descansar y disfrutar de un rato de ocio.
Mantener ese ritmo y exigirnos tanto acaba teniendo consecuencias a la larga. Y es que vamos acumulando cansancio y tragando emociones y llega un día en que literalmente ya no podemos más. Es entonces cuando aparecen los síntomas que veremos a continuación.
Síntomas de agotamiento o fatiga emocional
Las señales que permiten identificar el agotamiento emocional son las siguientes:
- Cansancio físico. Sentimos que nuestro cuerpo no responde como antes. Notamos falta de energía desde primera hora y llegamos al final del día completamente agotados.
- Insomnio. Aunque nos pasemos el día somnolientos, por las noches tenemos dificultar para dormir. Los pensamientos asociados a nuestras tareas y responsabilidades contribuyen negativamente. Además, el insomnio acentúa el cansancio físico.
- Fallos en la memoria y la concentración. Aparecen los olvidos, nos cuesta concentrarnos en las tareas y tendemos a los errores. En muchas ocasiones aparece sensación de irrealidad.
- Falta de motivación. También llamada apatía, que consiste en la pérdida de interés por las actividades. Además, la presencia de pensamientos negativos y desesperanzadores sumados a la falta de motivación nos pueden llevar a sufrir una depresión.
- Irritabilidad. Somos más sensibles a comentarios o conflictos y estamos constantemente de mal humor. Cualquier cosa nos irrita o nos hace llorar.
Qué hacer ante el cansancio o agotamiento emocional
Cuando estamos emocionalmente agotados es porque ya hemos llegado a nuestro límite. No es algo que suceda sin más, sino que vamos acumulando cansancio hasta que nuestro cuerpo y nuestra mente ya no pueden más. Llegados a este punto tenemos que parar (queramos o no) y descansar.
Como ya he comentado anteriormente el descansar unos días no va a hacer que nos sintamos recuperados, por lo que es necesario tomar un tiempo todos los días para dedicarlo a una actividad que nos ayude a relajarnos.
- El mindfulness. Esta técnica está altamente recomendada en casos de agotamiento emocional. Nos permite tomar consciencia de lo que nos pasa, identificar las emociones asociadas y experimentarlas, y nos ayuda a enfrentarnos a nuestras situaciones presentes con calma. Aquí puedes ver en profundidad qué es y cómo se practica el mindfulness.
- Yoga. Podemos practicar un tipo de yoga suave dado el cansancio físico que estaremos experimentando. Este tipo de actividad relaja cuerpo y mente. Además, se ha comprobado que la práctica de yoga aumenta los niveles de GABA, que favorece el estado de relajación. Aquí encontrarás Qué es el GABA y para qué sirve.
- Respiración y relajación. Existen muchas técnicas para disminuir la actividad del sistema nervioso y relajarse. Encuentra la que mejor te vaya y practícala a diario. Al final del artículo encontrarás una relajación guiada para que puedas probar si te funciona.
- Relajación muscular. La práctica de la relajación tiene numerosos beneficios y puede sernos de gran utilidad. Es recomendable introducir visualizaciones que nos hagan enfocar nuestros pensamientos en escenas placenteras y relajantes dejando fuera los pensamientos negativos y las responsabilidades durante el tiempo de la práctica. Aquí encontrarás la Técnica de relajación muscular progresiva paso a paso.
- Meditación. Otra práctica muy recomendada. Existen diferentes técnicas y métodos, puedes practicarla de muchas maneras. Infórmate y prueba la que más se ajuste a tus preferencias.
Cómo superar el agotamiento emocional
Las prácticas anteriormente recomendadas son de gran utilidad ante un estado de agotamiento emocional inminente. Sin embargo, si hemos llegado a la fatiga emocional una vez lo volveremos a hacer si no disminuimos nuestras responsabilidades hasta un nivel que no nos sobrepase o que no nos lleve al límite. ¿Cómo lo puedes hacer?
- Ser realista. El primer paso para acabar con la presión y autoexigencia es aceptar que eres humano y que los días tiene las horas que tienen. Es necesario ser realista e invertir el tiempo en las actividades verdaderamente importantes. Es necesario priorizar.
- Reducir. No te sientas culpable por eliminar algunas actividades. Reduce tus exigencias.
- Delegar. Está claro que llevarlo todo está afectando a tu salud por lo tanto deberás delegar algunas tareas. Cede algo a tu pareja, a algún familiar que se preste o piensa en contratar a alguien que se encargue de una o varias tareas.
- Planificar y gestionar del tiempo. Planifica tus tareas de manera que haya algo de descanso entre una y otra. Y lo más importante: incluye tiempo diario para ti. En el siguiente artículo encontrarás herramientas y técnicas de gestión del tiempo.
- Compartir. Como último consejo, pero no por eso menos importante, desahógate. Busca a alguien con quien compartir tus preocupaciones y tu carga (amigo/a, terapeuta, familiar…). Hablar nos sirve para desahogarnos, relativizar y tener otro punto de vista sobre algo.
Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.
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Sanabria, G. (2019). Qué es el agotamiento emocional y cómo superarlo. E-book