Psicología clínica

Depresión mayor: criterios DSM-V, síntomas, causas y tratamiento

Marta Thomen Bastardas
Por Marta Thomen Bastardas. Actualizado: 3 septiembre 2019
Depresión mayor: criterios DSM-V, síntomas, causas y tratamiento

Durante el transcurso de nuestra vida es normal padecer períodos en los que nos sentimos más tristes de lo habitual y aunque consideremos muchas veces que estar tristes no es positivo, lo cierto es que estos sentimientos pueden ayudarnos mucho a crecer y a desarrollarnos como personas.

No obstante, cuando estos sentimientos de tristeza se mantienen en el tiempo e invaden en gran medida los distintos ámbitos de nuestra vida, puede que estemos hablando de un trastorno patológico, la depresión.

Podemos encontrarnos frente a distintos tipos de depresión, en este artículo de Psicología-Online os expondremos la depresión mayor: criterios DSM-V, síntomas, causas y tratamiento.

Índice

  1. ¿Qué es la depresión mayor?
  2. Depresión mayor: criterios DSM-V
  3. Síntomas de la epresión mayor
  4. Causas de la depresión mayor
  5. Tratamiento de la depresión mayor
  6. Tratamiento psicoterapéutico de la depresión mayor
  7. Tratamiento farmacológico de la depresión mayor

¿Qué es la depresión mayor?

La depresión mayor forma parte de los denominados trastornos del estado de ánimo, en el cual aparece reflejado un sentimiento constante de tristeza, de ánimo decaído, de falta de motivación por realizar aquellas actividades en las que antes disfrutabas. Estos sentimientos afectan a todo el conjunto de nuestros sentimientos, pensamientos y comportamientos, lo cual produce una interferencia en todos los ámbitos de nuestras vidas, como el personal, laboral y/o relacional.

La depresión mayor no es considerada simplemente una tristeza temporal, que pueda mejorarse de un día para otro, en la gran mayoría de ocasiones requiere un tratamiento a largo plazo, no obstante, no te preocupes, en la mayoría de casos es reversible.

Depresión mayor: criterios DSM-V

Para poder clasificar un trastorno depresivo, como un trastorno de depresión mayor, el DSM-V propone los criterios que deben tenerse en cuenta para su diagnóstico. Los criterios DSM-V de la depresión mayor son:

  1. Para poder determinar la aparición de un trastorno de depresión mayor, cinco (o más) de los siguientes síntomas deben aparecer al mismo tiempo durante dos semanas, representando un cambio en el modo de funcionar que tenía la persona que se aprecie en el estado de ánimo deprimido, o bien, en la pérdida de interés en las cosas, de motivación o placer:
  • Debe apreciarse un estado de ánimo deprimido gran parte del día, en casi todos los días.
  • Se aprecia una disminución del interés por las actividades que solían generar dicha emoción, durante casi todo el día, la mayor parte de los días.
  • Se produce una pérdida o aumento de peso.
  • Alteraciones en los hábitos del sueño, como insomnio o hipersomnia, casi todos los días.
  • Uno mismo y su entorno observan una mayor agitación o disminución psicomotora, casi todos los días.
  • La persona se siente fatigada y/o con falta de energía, casi todos los días.
  • Aparecen sentimientos de culpabilidad y de inutilidad excesivos.
  • Dificultad para mantener la concentración o para tomar decisiones.
  • Aparecen pensamientos relacionados a la muerte de forma recurrente, que pueden ser ideaciones suicidas sin un plan determinado por llevarlo a cabo, intentos de suicidio o meditaciones previas para llevar a cabo el suicidio.

También se deben cumplir los siguientes criterios:

  1. La aparición de los síntomas generan un elevado malestar que genera un deterioro en las diferentes áreas en las que se encuentra la persona, como laboral o social.
  2. Los síntomas no pueden estar relacionados al consumo de una sustancia, a un efecto fisiológico o a una enfermedad médica.
  3. El episodio depresivo no concuerda mejor con un diagnostico del trastorno esquizoafectivo, esquizofrenia, esquizofreniforme, un trastorno delirante u cualquier otro trastorno no especificado de entre los trastornos psicóticos.
  4. Nunca se ha dado un episodio maníaco o hipomaníaco.

Síntomas de la epresión mayor

Observemos más detenidamente cuáles son los síntomas que aparecen en el trastorno depresivo mayor, los cuales pueden dividirse en síntomas psicológicos, físicos, de conducta, intelectuales o cognitivos y sociales, siendo los siguientes:

  1. Psicológicos: la persona experimenta un sentimiento constante de tristeza, acompañado de sentimientos excesivos de culpabilidad o inutilidad. Aparecen pensamientos vinculados a la muerte, que se manifiestan con ideaciones suicidas recurrentes, con o sin plan de consecución y pueden darse intentos de suicidios o suicidios consensuados.
  2. Físicos: es habitual en una persona que sufra una depresión mayor que tenga alteraciones en la higiene del sueño, los cuales pueden cursar con insomnio o hipersomnia, así como alteraciones en la alimentación, produciendo pérdidas o aumento de peso. La motricidad también puede verse afectada, con la presencia de lentitud de movimiento y una sensación constante de fatiga y falta de energía.
  3. Físicos: es habitual en una persona que sufra una depresión mayor que tenga alteraciones en la higiene del sueño, los cuales pueden cursar con insomnio o hipersomnia, así como alteraciones en la alimentación, produciendo pérdidas o aumento de peso. La motricidad también puede verse afectada, con la presencia de lentitud de movimiento y una sensación constante de fatiga y falta de energía.
  4. Conductuales: aparece un desinterés hacia las actividades que previamente generaban satisfacción, junto a una falta de motivación.
  5. Intelectuales o cognitivos: puede aparecer una disminución de la capacidad de concentración, de la toma de decisiones y del pensamiento en general.
  6. Sociales: la sintomatología presentada en el trastorno depresivo, puede comportar un aislamiento de la persona, produciendo con ello un deterioro en las relaciones sociales.

Causas de la depresión mayor

Para hablar de las causas de la depresión debemos tener presentes los factores biológicos, personales y ambientales. Su origen puede ser atribuido a uno o varios de dichos factores.

Factores biológicos

  • Alteración en los neurotransmisores: nuestro cerebro funciona a partir de la correcta comunicación entre las neuronas del cerebro. Las neuronas pueden comunicarse entre sí mediante de los neurotransmisores, tales como la dopamina, la serotonina y la noradrenalina. En la depresión estas conexiones neuronales se ven alteradas y por ello se produce un mal funcionamiento cerebral.
  • Alteraciones en áreas cerebrales: en la depresión se produce una alteración en el área frontal y en el sistema límbico de nuestro cerebro.
  • Alteraciones genéticas: frente a la herencia genética en la depresión, donde hay más posibilidades desarrollar un trastorno depresivo si un familiar cercano ha sufrido uno, se entrevé un factor genético en dicho trastorno. Sin embargo, actualmente todavía no se ha señalado un gen que se relacione con la aparición de la depresión.

Factores relacionados con la personalidad

La personalidad de cada uno nos hace más vulnerables a un posible desarrollo de una patología. En la depresión, las personalidades más inseguras, ansiosas, dependientes, perfeccionistas y autoexigentes, tienen más posibilidades de desarrollar una depresión.

Factores ambientales

Determinados sucesos traumáticos o estresantes de la vida de la persona, como la pérdida de un familiar, duelos, situaciones económicas precarias, enfermedades agudas,… pueden predisponer el desarrollo de la enfermedad.

 

Depresión mayor: criterios DSM-V, síntomas, causas y tratamiento - Causas de la depresión mayor

Tratamiento de la depresión mayor

El tratamiento de la depresión mayor debe establecerse de forma individualizada, debido a que el trastorno puede presentarse de formas muy diversas en cada persona.

Frente a ello, podemos disponer de distintas alternativas terapéuticas, centrando su enfoque en el tratamiento psicológico y farmacológico. Estas dos modalidades no son excluyentes entre sí, de hecho la gran mayoría de remisiones del trastorno depresivo se producen ante el beneficio de las dos intervenciones en combinación.

Tratamiento psicoterapéutico de la depresión mayor

En los trastornos depresivos la modalidad terapéutica que ha demostrado su mayor eficacia ha sido la terapia cognitivo-conductual. El objetivo de esta modalidad terapéutica es que se produzca un cambio en las emociones que siente la persona, en los pensamientos que se han establecido y en las conductas que desarrolla a causa de estos pensamientos y sentimientos.

La persona que sufre una depresión mayor mantiene un visión sobre él, el mundo y el futuro negativa, con desesperanza. Esta percepción aparece a causa de un conjunto de pensamientos automáticos irracionales que ha establecido y que producen alteraciones en su vida cotidiana, por ejemplo “por qué debo buscar pareja si nadie va a quererme” estos pensamientos surgen de forma espontánea y natural, porque la persona los tiene interiorizados. La psicoterapia cognitivo-conductual pretende cambiar los pensamientos automáticos que mantienen el trastorno, por construcciones más saludables, positivas y racionales, a partir de la técnica de la reestructuración cognitiva. Frente a la posibilidad de cambiar este conjunto de pensamientos, la persona empezará a actuar diferente, a movilizarse y con ello a sentirse mucho mejor.

Por otro lado, también tratará los rasgos de personalidad que mantienen el trastorno depresivo, para ayudar a la persona a que tenga una menor vulnerabilidad al ánimo depresivo.

En esta intervención, es importante un aprendizaje para poder identificar la aparición precoz de los síntomas y las posibles recaídas.

Finalmente, teniendo en cuenta que es muy frecuente en la depresión una comorbilidad con picos de ansiedad y estrés, será importante dotar a la persona con estrategias para poder combatir estos síntomas de ansiedad, donde el terapeuta le ofrecerá distintas técnicas de relajación o de mejora en la habilidad de resolución de problemas para poder afrontarlos.

Tratamiento farmacológico de la depresión mayor

El eje principal del tratamiento farmacológico de la depresión mayor reside en los fármacos denominados antidepresivos. Se ha demostrado empirícamente la necesidad de su administración ante los casos graves o moderados de la depresión mayor.

Un aspecto importante frente a su toma es que la persona debe ser consciente de que los efectos del tratamiento farmacológico para la depresión empiezan a hacer efecto entre las 3 o 4 semanas de su administración. Por otro lado, cabe destacar que podemos encontrarnos con una gran variedad de fármacos antidepresivos, los cuales serán prescritos en función de las necesidades y características de cada paciente.

Para el tratamiento farmacológico del trastorno, podemos hacer uso de los siguientes medicamentos para la depresión mayor:

  • Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS).
  • Inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN).
  • Antidepresivos atípicos.
  • Antidepresivos tricíclicos.
  • Inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO).

Si un ser querido tiene depresión, te puede interesar Cómo ayudar a una persona con depresión.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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Bibliografía
  • American Psychiatric Association. (2014). DSM-5. Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales. Madrid: Editorial Médica Panamericana, S.A.
  • Alarcón, R. Et al. (2003). Guía de práctica clínica de los trastornos depresivos. Región de Murcia: conserjería de sanidad.
  • Baringoltz, S. (2007). Terapia cognitiva y depresión. Integración de aportes cognitivos a la psicoterapia y Terapia Cognitiva.
  • Pérez, E. et al. (2017). Prevalencia, causas y tratamiento de la depresión Mayor. Rev Biomed , 28, 89-115.
  • Royal Collage of Psychiatrists. (2009). La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC). 18/10/2017, de Sociedad Española de Psiquiatria (SEP).
  • Ruiz, M., Díaz, M & Villalobos, A. (2012). Manual de Técnicas de Intervención Cognitivo-Conductuales. Bilbao: Editorial Desclée De Brouwer, S.A.
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1 comentario
Guillermo Cruz
Hola: reciba saludos y les envío el siguiente escrito, con el propósito de ayudar a sus pacientes, y me permito sugerirles –con el debido respeto- sea compartido.

Hombres y mujeres que mucho habéis llorado en la vida:

A vosotros está dedicada esta lección, a quienes dicen que su estrella no brilla, a los que no tienen un cariño en el mundo, a los tristes, a los hambrientos y sedientos de amor, os digo: ¿Estáis cansados de esta vida? Pues descansad bajo la sombra de este árbol, en mi presencia desaparecerán vuestros males y sentiréis que vuestra carga se aligera.
Todos tenéis una herida en el corazón, se de vuestra amargura, de la soledad, del desaliento, de la fatiga y del vacío en vuestro espíritu de los que se van quedando solos en esta vida, cuya existencia es una pesada cruz, a todos os digo: Pedid, que se os dará, ya sea compañía, tranquilidad, salud, o paz del espíritu.
¿Por qué os veo caminar cabizbajos? No os deis por vencidos, no os confeséis nunca fracasados, ni os dobleguéis bajo el peso de vuestros sufrimientos; tened siempre ante vosotros la lámpara encendida de vuestra verdadera fe.
Mujeres, que bebéis un cáliz amargo, os contemplo vencidas por las pruebas, el dolor o la soledad, viudas, esposas, hombres enfermos, tristes y necesitados de amor espiritual, descansad, en Mí y encontraréis la paz, y fortaleza que tanta falta os hace.
Existen multitudes de ancianos sin conocer el consuelo, viudas y mujeres desamparadas que ignoran las delicias del calor de un verdadero hogar.
En mi palabra existe la miel para endulzar vuestra existencia y apartar para siempre la amargura, que ha sido en todos los tiempos el triste sabor de vuestra vida, veréis qué consuelo tan dulce penetra en vuestro corazón, una luz se encenderá en lo más íntimo de vuestro ser y una sensibilidad que nunca antes habíais experimentado, os sorprenderá, dejándoos sentir mi presencia espiritual.
Buscadme en todas las formas en que me necesitéis, ya sea como Dios; como Padre, como Maestro, como hermano, como amigo bondadoso o como doctor, Y os aconsejaré el mejor camino y os daré la solución que buscáis.
Veréis como la serenidad del espíritu aquieta el mar tempestuoso de vuestras penas. No estáis solos en vuestro dolor, al oírme hablar así, os sentís comprendidos. Sí, a todos os contemplo y escucho, conozco todo lo que pasa en vuestro interior, conozco todas vuestras necesidades oigo vuestro clamor y vuestras peticiones y recibo de todos las súplicas. Sí, sois mis hijos, porque de mi Espíritu brotasteis, ¿Cómo no he de conoceros y de amaros? A quienes se encuentren convertidos en esclavos de pasiones o vicios, al padre o la madre de familia que me presentan sus problemas, a todos les toco el espíritu con el fino cincel de mi palabra.
Nadie ha podido explicaros vuestra inquietud ni comprender vuestro dolor. Sólo Yo que penetro en vuestro corazón, conozco vuestra hambre y sed espiritual.
¡Cuántos corazones sufren por las ingratitudes, marchitos como flores cortadas y olvidadas después!
Cuánto llanto que se lleva oculto en el corazón en espera del instante de paz! Vengo a hacer latir vuestro corazón a una nueva vida, porque lo encuentro muerto a la fe, a la esperanza y al amor. No os alejéis de Mí, aún cuando la humanidad os haya causado fatiga o frialdad e indiferencia.
Llamo a los que parecen sobrar entre la humanidad, a los que sufren humillaciones y repudio hasta por parte de los suyos.
Vuestra vida ha sido árida como un desierto, sin una sombra, sin un oasis; mas Yo hago que en medio del desierto encontréis una palmera y una fuente donde podáis recobrar aliento y esperanza.
Cuando os hablo, con el amor que os tengo vuestros ojos se convierten en un manantial inagotable de lágrimas. ¿Por qué lloráis? No siempre sabéis la causa, a veces porque la vida os ha azotado con ingratitudes, desengaños, fracasos, enfermedades o luto; pero hay
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