Qué es el síndrome del espejo en psicología

El síndrome del espejo o síndrome de Ballantyne Runge lo padecen aquellas personas que observan su reflejo en busca de defectos físicos. Está relacionado con la distorsión de la realidad corpórea propia de la persona que se está mirando en el espejo, de manera que distorsiona o magnifica aquellos defectos que cree tener. Por lo tanto, estaría muy relacionado con el trastorno dismórfico corporal.

Por lo tanto, podríamos definirlo como la preocupación por uno o más defectos o imperfecciones percibidas en el aspecto físico que no son observables o parecen sin importancia a otra persona. De manera que el mirarse al espejo de forma repetitiva podría ser una muestra de preocupación por el aspecto físico, causando malestar clínicamente significativo.

Algunos de los síntomas que pueden manifestar las personas con síndrome del espejo, también conocido como síndrome de Ballantyne Runge o triple edema, son:

• Idea delirante de referencia y la creencia de que otras personas se fijan especialmente o se burlan de ellos por su aspecto.
• Altos niveles de ansiedad, ansiedad social y evitación social.
• Depresión.
• Neuroticismo y perfeccionismo.
• Baja extraversión y autoestima.
• Vergüenza de su apariencia, dando excesiva importancia a su aspecto físico.
• Reticentes a desvelar a los demás su preocupación.
• Pueden realizarse tratamientos estéticos o cosméticos por tal de mejorar su aspecto.
• Tendencia a la interpretación negativa y amenazante de las expresiones faciales y de las situaciones ambiguas.
• Ideación suicida.
• Alteración del funcionamiento psicosocial: dejar de salir de casa, no salir con amigos ni familiares, no ir a trabajar o la escuela, etc.).
• Dejar de mirarse en el espejo.
• Aislamiento social.
• Alteración en la conducta alimentaria.

Entendiendo el síndrome del espejo o triple edema dentro del trastorno dismórfico corporal, una de las causantes de esta alteración perceptiva se cree que podría ser una disfunción ejecutiva y del procesamiento visual, que genera un sesgo en el análisis y la codificación de los detalles en lugar de los aspectos integrales u holísticos de los estímulos visuales.

Algunos de los factores de riesgo asociados al síndrome de Ballantyne Runge son:

• Altas tasas de abandono y abuso durante la infancia.
• Tener familiares de primer grado con Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC).
• Timidez.
• Perfeccionismo.
• Temperamento ansioso.
• Situaciones adversas en la infancia.
• Mala relación parental.
• Aislamiento social.
• Presencia de estigmas dermatológicos o físicos.

El tratamiento que mayor eficacia ha mostrado para el síndrome del espejo o el trastorno dismórfico corporal es la terapia cognitivo-conductual con el objetivo de disminuir los pensamientos disruptivos, y las conductas de evitación, así como un aumento de la autoestima.

En el ámbito de la investigación para el tratamiento del síndrome del espejo, un estudio en adolescentes propone la realización de 14 sesiones donde las 3 primeras están destinadas a la exploración del motivo de consulta y problemática concreta, así como la devolución de la información recogida en esta al paciente.

Las dos últimas están destinadas al afrontamiento ante situaciones de riesgo y la evaluación postratamiento por tal de valorar las mejoras conseguidas. Las otras sesiones restantes, están divididas en 3 grandes bloques:

1. Reestructuración cognitiva: se trabajará a través de registros el contenido de los pensamientos y preocupaciones presentes sobre la imagen corporal, trabajando desde éstos pensamientos distorsionados con el fin de reajustarlos a unos más próximos a la realidad y que no generen malestar en el sujeto.
2. Entrenamiento en técnicas para el manejo de la ansiedad y relajación: tanto en la relajación progresiva de Jacobson como en la respiración diafragmática por tal de regular la activación fisiológica en las situaciones ante el espejo.
3. Exposición con prevención de respuesta: recordando también en estas sesiones posteriores las técnicas de relajación y manejo de ansiedad previamente adquiridas.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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