8 técnicas para no enfadarse tanto
¿Eres una persona que salta a la mínima de cambio? Existen personas que son más "enfadonas" que otras, es decir, personas más susceptibles al enfado y que, en cualquier momento, pueden ver cómo les cambia el humor y el ánimo. Se trata de una reacción impulsiva que puede llegar a complicar mucho la convivencia con esa persona e, incluso, ella misma puede sentirse insatisfecha con su día a día. Y es que enfadarse por todo puede llegar a ser muy agotador. Por eso, en este artículo de Psicología-Online vamos a descubrirte 8 técnicas para no enfadarse tanto, son trucos que podrás incorporar en tu rutina y con los que controlarás el mal humor. ¡Ponlas en práctica!
- Respirar hondo: uno de los mejores trucos para no enfadarse
- Observa y reconduce, técnicas para controlar la ira
- ¿Por qué te estás enfadando? - La importancia del análisis
- Ponte en su piel
- No te lo tomes como una competición
- Gestos cariñosos, una gran técnica para controlar el enfado
- Una vida relajada y consciente para no enfadarte tanto
- Evita a la gente o situaciones tóxicas
Respirar hondo: uno de los mejores trucos para no enfadarse
Una de las mejores técnicas para no enfadarse tanto se encuentra en la respiración. Es un truco que seguro que has oído más de una vez y es que su efectividad está asegurada. Aunque a simple vista te pueda parecer una tontería, lo cierto es que coger aire de forma profunda puede ayudarte, muchísimo, a relajar los nervios y calmar tu enfado.
Con una respiración honda conseguirás relajar tus pulsaciones, enviar más oxígeno al cerebro y, además, te darás tiempo para no reaccionar de forma impulsiva y dejar que sea tu enfado el que hable. Lo más recomendado es que, cuando sientas que te estás enfadando, cierres los ojos, respires profundamente 10 veces y, después, contestes.
En este otro artículo encontrarás un test de ira y agresividad para que conozcas los niveles de enfado que tienes en tu día a día.
Observa y reconduce, técnicas para controlar la ira
Es esencial que si quieres aprender a controlar el enfado seas consciente de cuándo te estás enfadando. Es decir, no puede pillarte por sorpresa esta emoción porque, si es así, la reacción será descontrolada y nada racional. Lo que buscamos es, precisamente, poner un poco de raciocinio a lo que está sucediendo y poder controlar nuestra respuesta a ese estímulo que nos perturba.
Por tanto, uno de los trucos para no enfadarse es que sepas reconocer tus reacciones físicas al enfado. Es decir, aprende a detectar cuándo te estás enfadando: respiración agitada, calor, dolor de estómago... Atendiendo a los síntomas te será mucho más fácil poner la barrera para que no estallen de forma descontrolada.
Una vez hayas detectado que te estás enfadando, para poder controlarlo bastará con que intentes cambiar tu pensamiento. Es decir, quítate de la cabeza la idea tan fuerte de que "tienes razón" e intenta ponerte en el lugar del otro. Intenta entender por qué te ha dicho o hecho lo que te ha provocado el enfado y empatiza con él. Intentar comprenderle es el primer paso para poder aclarar la situación.
¿Por qué te estás enfadando? - La importancia del análisis
Para poder controlar el enfado es básico que te entiendas y comprendas. Tienes que poner un poco de lógica a la situación y evitar dejarte llevar por esa emoción que te está invadiendo el cuerpo. Párate un segundo y pregúntate a ti mismo: ¿Por qué me estoy enfadando realmente?
Seguramente, lo primero que te viene a la mentes es: "Porque él/ella ha dicho que...". No. No es cierto. No te enfadas porque él ha dicho algo sino porque, en el fondo, hay algo en eso que te está removiendo por dentro. Puede ser que esa frase o acto te esté dando a entender que eres poco importante para esa persona, por tanto, el auténtico problema es que te estás sintiendo un poco apartado.
Es básico que entendamos qué es lo que nos duele y por qué nos duele. Solo así podremos poner fin a esta situación y conseguir arreglarla lo antes posible. Es recomendable que, en lugar de fijarnos en las culpas de los demás, nos centremos en nosotros y analicemos qué es lo que nos está molestando y cuál puede ser la causa de este sentimiento.
En este otro artículo hablamos sobre por qué estás siempre enfadada y te damos las causas más habituales de esta situación.
Ponte en su piel
Otra de las mejores técnicas para no enfadarse tanto es que salgas de tu centro, de tu ombligo, para intentar entender a la otra persona. En una discusión hay dos personas que están involucradas en la conversación y, por tanto, las dos tienen sentimientos, emociones y miedos. Dejarnos llevar y actuar únicamente por lo que nos pasa a nosotros es un gran error y, además, hará que no entendamos al otro.
Por ello, cuando estés en una situación en la que haya algo que te esté enfadando te invitamos a que te preguntes lo siguiente: "¿Qué me está queriendo decir la otra persona con esto?". En lugar de reaccionar de forma impulsiva es mejor que intentes empatizar y ponerte en la piel del otro para ver qué es lo que pretende decirte.
Muchas veces, las discusiones no son más que errores en la comunicación y, por tanto, es esencial que intentes entender cuál es el mensaje que quiere transmitirte.
En este otro artículo te damos algunos buenos consejos para que puedas aprender a discutir en pareja.
No te lo tomes como una competición
Sobre todo en el entorno de la pareja, el enfado suele concebirse como una especie de tóxica competición para ver quién aguanta más o a ver quién tiene la razón. Aquí entran muchos conceptos que se deben evitar como el orgullo, el dominio sobre el otro, la tozudez, etcétera. Por eso, se tienen que evitar comportamientos competitivos o tóxicos que lo único que aportan es más leña al fuego.
Tienes que considerar que una discusión no tiene por qué ser una situación negativa. Si aprendes a controlar tu enfado primario y controlas bien tus emociones, conseguirás tender un puente de comprensión hacia esa persona con la que tienes el desencuentro. En lugar de verlo como un enemigo, intenta verlo como una persona de la que puedes aprender: hay algo que no estáis compartiendo así que es el momento de salir de nuestro ego y escuchar el otro punto de vista.
Podemos estar, o no, de acuerdo. Pero lo que es seguro es que nos enseñará otra manera de ver la vida y de entender mejor la situación en la que estáis.
Gestos cariñosos, una gran técnica para controlar el enfado
Sabemos que este puede ser un truco complicado de realizar, sobre todo al principio. Pero si te has decidido que quieres controlar mejor tu enfado e ira, entonces tienes que aplicar esta técnica tarde o temprano pues, en el fondo, es la base de vuestra discusión. Es decir, te estás enfadando con esa persona porque, en realidad, te importa. Por tanto, os une un lazo de cariño y amor.
Así pues, una de las mejores técnicas para no enfadarse tanto es que, en el momento en el que estéis enfadados o discutiendo, hagas un acercamiento a esa persona. Acariciále la mano, abrázale o dale un beso. Podéis estar enfadados pero no os odiáis. Esa es la clave. Solo estáis viviendo un momento tenso pero que podréis resolver con empatía, tranquilidad y respeto. Por tanto, un acercamiento cariñoso te ayudará a relajar tensión y a que vuestra emoción se tranquilice muchísimo. ¡Pruébalo!
Una vida relajada y consciente para no enfadarte tanto
Además de todos estos trucos que te hemos indicado, si quieres aprender a controlar la ira y el enfado es importante que practiques algunos hábitos de vida saludables para tu mente. Intenta reducir el consumo de sustancias tóxicas como alcohol o drogas pues producen inestabilidad anímica y emocional.
Lo mejor es que empieces a cuidar de tu mente y, para ello, realices algunos hábitos como deporte, comas de forma saludable, duermas bien por las noches, etcétera. Todo ello te ayudará a que estés mucho más tranquilo y optimista en tu día a día, por tanto, las tensiones las gestionarás de otra manera.
Si sueles enfadarte mucho, lo mejor es que incorpores algunas actividades como yoga o meditación que te ayudarán a conectar con tu cuerpo y a disipar tensiones. Es importante vivir en un entorno alejado del estrés y la ansiedad para, así, no pagar con la gente de tu entorno el caos que tienes en tu vida.
En este otro artículo te descubrimos las mejores técnicas de meditación para principiantes con las que podrás empezar a controlar mejor tus impulsos y tu ira.
Evita a la gente o situaciones tóxicas
Y por último, uno de los trucos para no enfadarse tanto es uno muy básico y elemental: alejáte de todo aquello que te ponga tenso o que te desestabilice. Hay personas que pueden resultar tóxicas para ti y que pueden sacar lo peor de nosotros mismos. Es importante saber detectarlas a tiempo y evitar establecer relaciones demasiado íntimas con ellas. En este otro artículo te damos algunos consejos para que sepas cómo tratar con personas tóxicas en el trabajo, un entorno que no podemos evitar pero sí aprender a gestionar de otro modo.
Lo mismo puede ocurrir con algunas situaciones o contextos en la vida. Puede ser que, en algunas situaciones, no nos sintamos del todo seguros o confiados y que, por tanto, terminemos estallando por un cúmulo de emociones descontroladas. Si queremos enfadarnos menos es mejor que intentemos evitar a las personas y circunstancias tóxicas para, así, tener un mayor control de la situación.
Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.
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